¿Paren las rotativas?: el mercado se llena de rumores ante la crisis del negocio en los diarios de papel
Por César Dergarabedian en "IProfesional"
A menos de un año de cumplir un siglo y medio de vida, La Nación, el segundo diario en ventas de la Argentina entre los medios impresos, profundiza su proceso de reconversión con el cierre de su imprenta, la fusión de las redacciones de las versiones en papel y en Internet, y la continuidad de su apuesta por el canal de televisión LN+.
Además, incursionará en nuevos negocios con la explotación de un nuevo estadio cerrado, el mayor de la ciudad de Buenos Aires, siempre y cuando pueda superar una medida cautelar judicial que suspendió en marzo su explotación, aunque la obra sigue en construcción.
Se trata del Microestadio Buenos Aires Arena, un proyecto del diario La con la empresa AEG Worldwide, un escenario cubierto que se construye en un predio cedido por la CABA al club Atlanta, sobre Humboldt al 400, en el barrio Villa Crespo, con capacidad para 16.000 personas y que tenía previsto estrenar este año.
La decisión judicial se conoció pocos días después de una exhibición pública de la influencia y relevancia del grupo mediático, con la recepción que Fernán Saguier, el subdirector de La Nación, ofreció en la feria ExpoAgro, que el diario organiza junto al grupo Clarín, en San Nicolás, a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
ExpoAgro es otra de las líneas de negocios por fuera de la actividad editorial del diario fundado por el ex presidente Bartolomé Mitre.
Y en contraste con la expansión de los negocios extra periodísticos, se viene verificando un proceso de reducción en lo que históricamente ha sido el corazón del negocio de la empresa: su diario en papel. El cierre de la planta impresora y la fusión de las redacciones de las versiones en papel y en Internet impulsaron en los últimos días las versiones sobre la posible discontinuidad del diario en su soporte físico.
El investigador y consultor especializado en medios y tecnología Martín Becerra preguntó el 14 de marzo en Twitter sobre esa hipótesis.
Pocas horas después el propio Becerra borró ese mensaje y lo reemplazó por una desmentida de una "fuente oficial y formal de La Nación, en nombre de sus accionistas y directivos", que negó que "haya siquiera una hipótesis de discontinuar la impresión del diario".
Las versiones sobre esa discontinuidad también fueron alimentadas por los cierres de edición a horas muy adelantadas que tuvo el diario durante febrero, debido al cambio de planta de impresión.
Por ejemplo, el suplemento de deportes cerraba a las 18.00, incluso para su principal edición, la del lunes siguiente a un domingo con una fecha del torneo de fútbol. En marzo la situación se normalizó y el suplemento deportivo cierra entre las 22.00 y las 23.00.
Sin embargo, habría una espada de Damocles sobre el papel: la muy escasa publicidad que exhibe La Nación en papel de lunes a jueves. Por ejemplo, en las 32 páginas del cuerpo principal de la edición del diario del miércoles 13 de marzo, los únicos avisos eran del Club La Nación.
Una fuente externa al grupo que conoce su intimidad dijo, bajo pedido de anonimato ante iProfesional, que el rumor sobre la posible desaparición de la edición en papel "es una versión errónea".
"No creo que nadie en la Nación esté pensando en esa opción. De hecho, la versión impresa de La Nación es un producto superavitario", afirmó esta fuente.
Desde el diario no respondieron a los correos electrónicos enviados por iProfesional para conocer sus comentarios sobre estos rumores.
Según recogió este medio en fuentes de la actividad publicitaria, se señala que la edición diaria en papel se mantendrá mientras sigan en vigencia los acuerdos bancarios que permitieron el lanzamiento del Club La Nación, que incluyen la emisión de tarjetas con el banco HSBC,
Las especulaciones sobre el fin del papel se reforzaron cuando el grupo dio de baja su planta impresora ubicada en la calle Zepita, en el barrio de Barracas, una medida que incluyó el despido de 72 trabajadores, que protestaron en la puerta de la redacción en la ciudad de Vicente López, al norte del Gran Buenos Aires, a pocos metros de la avenida General Paz, mientras la planta era custodiada por la Policía para evitar una toma.
El gremio de gráficos denunció esos despidos, que se sumaron a otros 30 que en los últimos meses aceptaron retiros voluntarios.
¿Socorro económico?
Luego de la desmentida al tuit de Becerra, se supo que el Banco Provincia de Buenos Aires tiene en carpeta un pedido de financiamiento del grupo editorial La Nación por el equivalente a 150 millones de pesos.
De acuerdo a los rumores, citados por el diario porteño Página/12, la propuesta crediticia se dividiría en tres tramos:Las líneas de crédito que conformarían el paquete del banco oficial del gobierno de María Eugenia Vidal estarían a estudio del Directorio y tendrían resolución en los próximos días.
* Un crédito por 65 millones de pesos para "ampliación y renovación de líneas de crédito" vigentes, con un plazo de cuatro años, actualizable por el índice UVA más una tasa del 10 por ciento.
* Un préstamo por un millón y medio de dólares para "compra de insumos en el exterior", por 1,5 millones de dólares, también con un plazo de cuatro y una tasa fija (en dólares) del 8 por ciento.
* Un crédito por 10 millones de pesos, encuadrado en una línea promocional destinado a proyectos de "renovación tecnológica". Los intereses, en este caso, se ubican por debajo de los costos de mercado, ya que se trata de una tasa fija del 20 por ciento a pagar en cinco años.
Desde de la entidad crediticia intentaron justificar la ayuda financiera al grupo editorial, explicando que "se trata de un cliente de muchos años, desde mediados de la década del 80".
"Modelo de sostenibilidad"
La Nación tuvo que sacar el 30 de enero a la calle una versión especial del diario, con notas atemporales o de "parrilla", en la jerga periodística. En un breve recuadro en la tapa, informó que era una "edición especial debido a cambios en los procesos de impresión".
"Queremos informarles que hoy cierra nuestra planta impresora de la calle Zepita. Esta decisión no implica cambio alguno para nuestras audiencias ya que el diario en papel empezará a imprimirse en plantas de terceros, tal como hoy sucede con otros de nuestros productos editoriales, como las revistas. Medios de referencia de todo el mundo han tomado en los últimos años decisiones similares", justificó en un comunicado difundido en las últimas horas por el departamento de Relaciones Internas del grupo, firmado por Guillermo Rivaben, el CEO de La Nación.
"Hoy, con el 80% de la planta con capacidad ociosa, debemos enfocarnos en actividades que nos aseguren un modelo de sostenibilidad y desarrollo para el futuro de los más de 700 empleados que hoy formamos parte de la empresa. Garantizamos el pago del 100% de las indemnizaciones de los 72 empleados desvinculados, acorde a lo que establece la ley, sin perjuicio de atender las situaciones especiales de los mismos", dijo Rivaben.
"Tal como viene sucediendo en los últimos años, el objetivo es asignar cada vez más recursos a la transformación digital, en línea con los nuevos hábitos de consumo de información, y a la vez hacer más eficiente nuestra propuesta de contenidos, que seguirá creciendo e innovando con nuevos proyectos en 2019. Estamos dando pasos en esa dirección. Estoy a disposición para brindar más información a quien lo necesite. Valoramos la colaboración del equipo para atravesar juntos esta transición", finalizó el texto de la conducción de la empresa.
Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense (FGB), señaló que como "el Gobierno favorece la concentración, la empresa planteó unificar el diario con Clarín y hacer los dos en el mismo taller", quien denunció en declaraciones periodísticas que se plantea así "una reducción de costo con, prácticamente, una fusión en la impresión" de ambos medios.
Tras los despidos y retiros voluntarios, los trabajadores de prensa de La Nación, nucleados en el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), repudiaron "la política empresarial de reducción y ajuste permanentes, que primero jaquea nuestro poder adquisitivo y finalmente elimina nuestros puestos de empleo", y advirtieron que "es muy difícil pensar el futuro del periodismo en estos términos".
Además de ExpoAgro, Clarín y La Nación son socios en Papel Prensa y en ADEPA (la cámara de medios escritos), y en la agencia DyN, que cerraron en 2018 echando a un centenar de personas.
La Nación ocupó en 2018 el quinto lugar en el reparto total de la pauta publicitaria del Poder Ejecutivo Nacional, por detrás de Clarín, Grupo América, Telefe y el Grupo Indalo.
El año pasado recaudó 99 millones de pesos de propaganda oficial, y en 2017 la ciudad de Buenos Aires le otorgó 38 millones.
La conducción de la FGB expresó que "la situación de La Nación no es aislada, ya que distintas empresas están aprovechando un Estado ausente en materia laboral para avanzar en precarización y pérdida de derechos".
Desde el Sipreba afirmaron que "muchos empresarios argumentan una crisis económica, pero en los casos de los grandes grupos como Clarín o La Nación, se trata de cambios en sus estrategias de negocios de todo tipo, al amparo de un gobierno nacional que incluso practica la misma política en los medios públicos".
En otro de los puntos del "informe de situación", los trabajadores consignaron que "el diario papel llega a los quioscos tan envejecido que los lectores pierden interés en comprarlo, también desalienta a los anunciantes. Incluso el horario de cierre hace que se rechace la publicación de avisos históricos".
Desde 2016 la compañía comenzó un plan de ajuste sobre su personal periodístico a través de proyectos de retiros voluntarios al mismo tiempo que lanzaba un plan de expansión a través de canal de TV propio.La imprenta llegó a emplear a más de 300 operarios en 2009. Sin embargo, a partir de la tercerización de la producción, el número se redujo a poco más de 100 en 2012 cuando se registró la última oleada de despidos.
Sábana, tabloide, tablet
El 4 de enero de 2020 el diario cumplirá un siglo y medio. ¿Llegará a esa fecha histórica con una versión impresa diaria o sólo los sábados y domingos como sucede con el periódico Perfil?
El 30 de octubre de 2016, La Nación había informado un cambio drástico: A partir de ese día cambió de tamaño en su edición de lunes a viernes: de 41 centímetros de alto por 28 de ancho, mientras que los sábados y los domingos mantiene el tradicional formato sábana.
Este cambio de tamaño fue el anticipo de otro hito que se produjo una semana después, el lanzamiento de la señal de televisión LN+.
Según informó hace algo más de dos años el matutino, la reducción del tamaño y la señal televisiva formaban parte de su "búsqueda" por ser un "referente del periodismo independiente", en "los formatos y plataformas que mejor sirvan a la sociedad", para una audiencia que "hoy busca estar informada en el momento en que lo necesita".
¿Por qué decidió incursionar en el nuevo formato impreso de los días de semana? Porque era "más fácil de manejar en lugares reducidos, que permite una recorrida visual más veloz por todas las secciones y temas, es una forma de adaptar el diario a los tiempos, hábitos y espacios de sus lectores durante esos días".
En cambio, la sábana seguía sigue vigente los sábados y domingos, porque "las rutinas y los lugares de lectura son diferentes, con otra velocidad y otros intereses".
El cambio de formato incluyó el de contenido periodístico: "profundidad y rapidez", con "grandes textos periodísticos para quienes privilegian el placer de leer, al margen de las urgencias cotidianas y de la furiosa actualidad", que complementa "la oferta de información en tiempo real" en sus plataformas digitales.
Caída en las ventas
¿Cómo impactó este cambio en las ventas de ejemplares? De acuerdo al Instituto Verificador de Circulaciones (IVC), en diciembre de 2016 La Nación tenía los domingos 293.605 ejemplares impresos por edición, y de lunes a domingos, 134.432.
Dos años después, esos valores descendieron en diciembre pasado a 227.579 los domingos (con cinco suplementos) y 108.116 de lunes a domingos, en ambos casos circulación neta pagada.
Estas cifras contrastan con los datos suministrados por la consultora Comscore, correspondientes a julio de 2018: La Nación fue el tercero de los sitios web más visitados, con 14,3 millones de usuarios únicos (10,8 millones conectados por móviles).
Clarin.com fue de 16,3 millones en julio, de los cuales 12,6 accedieron vía dispositivos móviles. En el caso de Infobae.com, tuvo 15,7 millones de visitas únicas y, de ellas, 12,4 millones fueron a través de móviles.
A diferencia de Infobae, Clarín y La Nación aplican un modelo de muro con algunos agujeros, como si fuera un queso gruyere, para impulsar el acceso arancelado.
Estas empresas permiten atajos a la lectura para quienes no están suscriptos. Por ejemplo, pueden navegar de incógnito o acceder a través de distintos dispositivos y redes sociales, etc.).
Las suscripciones son fidelizadas a través de las tarjetas de descuentos "365" y "Club La Nación" y, en ambos casos, rige una franquicia inicial que se reinicia mensualmente y que permite al usuario leer, sin registrarse o pagar, una cantidad variable de notas.
Luego de la publicación, el 1 de agosto, de la primera nota del periodista Diego Cabot de su saga de "los cuadernos" donde se reflejan el manejo de fondos provenientes de presuntos actos de corrupción durante los gobiernos kirchneristas, Fernán Saguier, subdirector del diario, describió el 3 de agosto su visión del contexto en el que "la tribuna de doctrina" mitrista se desenvuelve hoy:
"Hoy vivimos una etapa disruptiva, nada parece ser como aprendimos durante nuestra existencia. La tecnología ha permitido el florecimiento de nuevos medios de comunicación con mínimos recursos. La competencia es infinita. Nos disputamos la atención y el tiempo libre del lector con portales, blogs, redes sociales, podcasts e infinidad de formatos al alcance del celular. Los grandes diarios ya no somos los reyes de la selva. Un tuitero, sin más recursos que viveza y buena pluma, alcanza cientos de miles de seguidores desde la pantalla de un celular con el mismo espacio que una centenaria cabecera informativa: hasta 280 caracteres".
Para Saguier, "el crecimiento en la web de los diarios no es solo un fenómeno propio de estos tiempos digitales. Hay también allí un reconocimiento a esa mirada jerarquizadora que diferencia lo importante de lo secundario, lo real de lo falso. Porque hoy el ecosistema informativo cambió dramáticamente. Las redes sociales han venido a ‘horizontalizar’ la información -hasta hacerla caótica- y cada persona tiene voz en un espacio público"."Los diarios hemos perdido centralidad en esa jungla noticiosa", reconoció Saguier, quien, empero, destacó que investigaciones como las de Cabot "ratifican que la autoridad periodística se mantiene intacta. Ya sea en su versión web o papel, los diarios siguen siendo arquitectos fundamentales de la agenda noticiosa porque invierten tiempo y recursos para investigaciones milimétricas, extenuantes, que así como culminan en revelaciones escandalosas -como la de anteayer-, en su gran mayoría acaban en silencio en el cesto de basura por falta de resultados".
Nuevos negocios en el mundo real
La Nación construye en el mundo físico y real un nuevo escenario: su Arena, un moderno centro de espectáculos artísticos y deportivos techado en el barrio porteño de Villa Crespo, donde podrá generar nuevos y diversificados ingresos económicos.
En marzo de 2018 frente a más de 900 anunciantes, el grupo anunció el lanzamiento que está en construcción a pocas cuadras del cruce de las avenidas Corrientes y Juan B. Justo.
Con capacidad para hasta 16.000 personas, el estadio contará con un acceso a través de 19 líneas de colectivos, la línea B del subte y los trenes San Martín y Urquiza. Se prevé que el estadio albergue más de un centenar de shows por año y la inauguración será en el segundo trimestre del año próximo.
Para llevar adelante el emprendimiento, LA NACION convocó a la compañía de entretenimientos más grande del mundo, AEG Worldwide, que opera más de 120 arenas en todo el planeta, entre ellos, el 02 de Londres, el Staples Center en Los Ángeles, el T-Mobile Arena en Las Vegas y el Mercedes-Benz Platz en Berlín.
En rigor, la obra en Atlanta comenzó en 2014, pero se interrumpió en mayo de 2015, cuando la estructura del techo se derrumbó.
Luego, la firma Lugones Center, que hasta ese momento era la responsable de construir y explotar el microestadio con un crédito del Banco Ciudad por más de 100 millones de pesos, fue a la quiebra, y allí entró en juego el grupo económico de las familias Mitre y Saguier.
En 2017, la Legislatura duplicó el plazo por el cual le entregó las tierras públicas a Atlanta, llevándolo a 40 años.
En el predio de 50.736 metros cuadrados ubicado sobre la calle Humboldt, que el Gobierno porteño cedió al Club Atlanta estaba proyectado un microestadio para 5000 personas, pero la ley de 2017 elevó la superficie destinada al microestadio a 28.715 metros cuadrados (11.357,50 metros cuadrados más que los del proyecto original), y elevó la capacidad a 16.000 personas.
También dispuso una eximición del pago del impuesto inmobiliario y de la tasa de alumbrado, barrido y limpieza, mantenimiento y conservaciones de sumideros por 40 años.
El juez porteño Aurelio Luis Ammirato falló el 14 de marzo a favor de una demanda de la Fundación Ciudad y el espacio "Vecinos autoconvocados de Villa Crespo",
El magistrado dio lugar a la medida cautelar y anunció la suspensión de la explotación económica del Microestadio.
El fallo prohíbe la inauguración del Arena hasta tanto se realice el procedimiento técnico administrativo completo de evaluación de impacto ambiental, según establecen los artículos 8 y 26 de la ley 123 de Evaluación de Impacto Ambiental.
Una vez terminados esos informes, el Estado deberá realizar una audiencia pública con las partes involucradas.
El fallo afirma que la factibilidad de la provisión de servicios de agua, cloacas, gas y luz no es compatible con el tamaño de la obra.
Por ejemplo, a AYSA se le solicitó una factibilidad de provisión de agua y cloacas para una obra de 19.840 metros cuadrados de superficie, siendo que la que se está construyendo es de 28.715 metros cuadrados.
La distribuidora Edesur tampoco acreditó garantizada la provisión del suministro de energía eléctrica.
La Nación informó que siempre cumplió con la ley y que, en febrero de 2018, presentó el estudio técnico de impacto ambiental, luego de una audiencia pública realizada en septiembre de 2017.
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