Publicado en "Total Medios"
Buscan que sean anuncios súper personalizados, adaptando el mensaje según el historial de consumo del sitio web en cuestión. La idea es que cuanto más a medida sean los patrones de consumo de los usuarios, más probabilidades hay para mantener una relación con él.
Lo que caracteriza a la publicidad nativa es que no es intrusiva ni busca entorpecer la experiencia de usuario mientras navega por internet, importunándole con molestos banners que solo buscan el clic fácil.
Por ello, que los usuarios lleguen a hacer clic de manera intencionada en un anuncio nativo, no es cosa fácil; entran en juego, a parte de la estética del mismo, la forma de la redacción – que a fin de cuentas no terminan de distinguirse ningún estilo de redacción, pues la mayoría de anuncios termina siendo una copia del anterior -.
The Washington Post ha decidido terminar con esta sucesión de clones alojados en la web, creando los Post Cards, un nuevo formato de anuncio de branded content. Han estado trabajando en ello desde su equipo de Investigación, Experimentación y Desarrollo, y centra sus esfuerzos en mostrar contenido multimedia.
Buscan que sean anuncios súper personalizados, adaptando el mensaje según el historial de consumo del sitio web en cuestión. Por ejemplo, si en el historial de un sujeto específico se registra que es dado a ver la mayor parte de los vídeos, probablemente el nuevo Post Card comience con un vídeo.
La idea es que cuanto más a medida sean los patrones de consumo de los usuarios, más probabilidades hay para mantener una relación con él.
También están tratando de mostrar todo el contenido deseado en los pocos segundos del anuncio sin necesidad de que el usuario haga clic – los anunciantes saben que es muy poco probable que hagan clic siendo nativos -. Otra desventaja viene del poco tiempo que tardan las páginas web en cargar, sumado a la impaciencia que caracteriza al usuario, por lo que podemos comprobar que los anunciantes se enfrentan a un reto interesante.
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