En plena era de la comunicación digital, hasta el Vaticano se ha adaptado al lenguaje de los likes, los enlaces y los algoritmos. Con el nuevo cónclave ocupando las portadas de medios de todo el mundo, resulta inevitable preguntarse: ¿cómo se comunican online los cardenales que podrían ser el próximo Papa? Aquí analizamos la presencia digital de algunos de los nombres que más suenan… y lo que nos cuentan sus redes sobre ellos.
Para ello, hemos buscado los perfiles online de algunos de los cardenales papables que la prensa especializada ha destacado en los últimos días. Así, hemos tenido en cuenta a:
Jean-Marc Aveline
Jean-Marc Aveline
Angelo Bagnasco
Raymond Burke
Charles Maung Bo
Anders Arborelius
Willem Eijk
Péter Erdő
Malcolm Ranjith
Pietro Parolin
Pierbattista Pizzaballa
Robert Sarah
Luis Antonio Tagle
Matteo Zuppi
Sinceramente, en la redacción no teníamos muchas esperanzas de que muchos de estos cardenales fuesen grandes comunicadores en redes sociales, pese al esfuerzo que su antecesor, el Papa Francisco, había realizado en modernizar algunas de las formas de hacer llegar sus mensajes, tal y como te contamos en este artículo tras su muerte. Es evidente que la digitalización fue una pieza clave durante el mandato del Papa Francisco, y en su etapa presenciamos desde la popularización de sus perfiles en redes hasta la aparición de una app para rezar.
Pero es que de esos doce papables, solo cuatro tienen presencia online. Esto es lo que nos hemos encontrado:
Raymond Burke: tradición en X, Instagram y su web
El cardenal estadounidense Raymond Burke se ha ganado la fama previa al cónclave por su enfoque ultraconservador y su defensa de la liturgia tradicional, pero es el que más ha trabajado su presencia online. En su página personal cardinalburke.com ofrece un perfil institucional, serio, y comparte homilías, escritos doctrinales y declaraciones directas.
Home de la web de Raymond Burke
Al margen de su web, utiliza las redes sociales como Twitter e Instagram para divulgar sus mensajes. Cuenta con cerca de 140.000 seguidores entre ambas redes.
Su estrategia digital es más bien un altavoz de doctrina que una red de diálogo: publicación constante, pero sin interacción directa. Un enfoque que apela a una audiencia definida, pero que también limita su alcance a nuevos públicos. Esta fue una de sus publicaciones más exitosas en Instagram:
Luis Antonio Tagle: humanidad y cercanía en formato social
Desde Filipinas, el cardenal Luis Antonio Tagle se destaca por una comunicación más empática y abierta. Con presencia activa en Facebook, Tagle emplea las redes como canales de evangelización moderna. Sus publicaciones, la última de ellas hace apenas unos días, son seguidas por una comunidad de 640.000 usuarios, y combinan mensajes de fe con reflexiones sociales, imágenes cercanas y llamados al diálogo.
Ese perfil abierto y cercano es algo que se aprecia en sus comunicaciones, en las que suele mostrar una cara amable, como se puede apreciar en las fotos de su perfil, alejadas del canon habitual en estos casos y en las que hace gala de su cercanía. Sus formas públicas e, incluso, su vestimenta, se diferencian mucho de las de Burke, por ejemplo.
Por lo demás, el cardenal Tagle también dispone de perfil en Twitter, pero no lo utiliza desde 2012, e Instagram, abandonado hace cuatro años.
Jean-Marc Aveline: comunicación más institucional
El cardenal francés Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, tiene una presencia online más moderada y protocolaria. No gestiona redes personales, pero sus actividades sí se difunden desde canales oficiales como la página de su diócesis o su perfil en Facebook, con seis mil seguidores. La última de sus publicaciones se realizó hace unos días, y está relacionada precisamente con su presencia en el cónclave.
Malcolm Ranjith: baja exposición
Por último, el cardenal de Sri Lanka, Malcolm Ranjith, mantiene una presencia digital casi residual. Su perfil en Facebook es testimonial y no parece responder a una estrategia de comunicación. Su discurso se mantiene firme en valores tradicionales, pero sin grandes gestos digitales.
¿Veremos un Papa tiktoker?
Aunque ninguno de estos cardenales ha dado el salto a TikTok, YouTube o Twitch (de momento), sus perfiles muestran cómo la comunicación online también puede ser un termómetro del estilo pastoral. El siguiente Papa no solo deberá guiar espiritualmente a la Iglesia, sino también gestionar su imagen pública en un mundo hiperconectado.
Quién sabe, quizá en 2025 no se diga “Habemus Papam”, sino “Habemus trending topic”.
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