Por Diego Dillenberger, Editor de Revista Imagen, en "El Cronista"
El Papa Francisco ya venía sorprendiendo a muchos argentinos con su
intensa preocupación por la presidenta Cristina Kirchner. "Cuiden a
Cristina" era la frase que se traían de vuelta políticos y sindicalistas
que visitaban al Papa argentino en Roma. Pero ahora el Sumo Pontífice
dejó boquiabiertos a kirchneristas y de los otros cuando recibió
calurosamente a la comitiva de La Cámpora que acompañó a Cristina
Fernández al Vaticano. Más de un periodista expresó su sorpresa por la
foto del Papa Francisco recibiendo sonriente la camiseta de la
polémica organización oficialista de manos del diputado Andrés El
Cuervo Larroque.
¿Fue una señal de apoyo político del Papa argentino al kirchnerismo en los preámbulos de la campaña presidencial 2015? Para muchos analistas, el Papa jesuita y peronista sabe perfectamente a quién bendecir con su foto y a quién no y ya había llamado la atención recibiendo a la activista jujeña Milagro Sala, al polémico Diego Maradona, pero también a la botinera Wanda Nara. El Papa saluda a mucha gente.
Pero la pregunta clave, más allá de elucubrar si Francisco se volvió K, es en qué medida la bendición del Papa argentino o la ausencia de ella será determinante en el marketing electoral presidencial en 2015.
Luis Rosales, experto en comunicación política y actualmente asesor de comunicación del programa Scholas Occurrentes, lanzado por Francisco desde Roma para promover la vinculación de escuelas pobres con ricas, cree que la respuesta es afirmativa: la ausencia de la bendición papal a alguno de los candidatos que competirán por el Sillón de Rivadavia en 2015 podría ser fatal para su marketing electoral.
Rosales apunta fundamentalmente a Sergio Massa, el único del trío expectante (que se completa con Mauricio Macri y Daniel Scioli) que no fue recibido aún por el Santo Padre. Francisco estaría enojado con el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner que ejecutó en 2009 la orden de la Presidenta de operar en las sombras políticamente en Roma contra el entonces cardenal Bergoglio. Cristina fue absuelta, Massa todavía no.
¿El equipo de campaña y comunicación de Massa que según muchos encuestadores sigue liderando en intención de voto tiene razones para preocuparse por la ausencia de bendición papal? El consultor Jorge Giacobbe (hijo) cree que la bendición papal será irrelevante, a pesar de que su última encuesta indica que Francisco goza en nuestro país de más de 80% de imagen positiva.
Pero es casi inevitable que algunos enojados con el kirchnerismo se asusten trayendo a la memoria al Papa Juan Pablo II, que fuera un factor determinante en la caída del comunismo en su Polonia natal y luego en toda Europa oriental. Estos antiK se preguntan ahora si una bendición demasiado enérgica de Francisco al kirchnerismo podría lograr que permanezca en el poder, contra todos los pronósticos, más allá de 2015.
Sería un milagro. Ya la campaña de Martín Insaurralde para las internas abiertas de 2013, a cargo del publicista Martín Mercado, había puesto a Francisco en acción sin resultado. Los publicitarios de Insaurralde lograron una foto papal del candidato bonaerense antes de las primarias de agosto. El lomense acompañaba a la Presidenta a saludar a Francisco en Rio de Janeiro durante la Jornada Mundial de la Juventud. De allí no solo surgieron afiches papales que empapelaron la provincia. También plotearon vehículos de campaña con la imagen del ex intendente de Lomas de Zamora y candidato a diputado metiendo la cabeza para salir en la foto con Cristina y el Papa. El resultado fue decepcionante: Sergio Massa sin bendición papal le sacó a Insaurralde casi diez puntos de ventaja.
Para la elección legislativa de octubre, Insaurralde no solo cambió a Mercado por el hipercreativo Ernesto Savaglio, sino que apeló al fuego de otro cirio: Jesica Cirio. Adiós al papamóvil, bienvenidas las revistas del corazón. Esto no significa que la modelo haya sido clave para pasar de 26% del electorado en las PASO a 30% en la legislativa y obtener así una derrota algo más digna, o que Francisco haya sido contraproducente: la campaña para las PASO se enancó demasiado en la imagen de la Presidenta, mientras que para octubre Savaglio apostó a mostrar más al propio candidato, pero esta vez con el aval del gobernador Daniel Scioli.
¿Falló el milagro del marketing electoral del Papa Francisco? El electorado huele rápido cuando se quiere disfrazar a alguien de lo que no es, y, con Jesica Cirio, Insaurralde lucía más auténtico que con el Papa. Fue más bien una señal de advertencia para comunicadores políticos que podrían ceder a la tentación del pecado de hacer marketing con la estampita del Papa. La impostura de religiosidad se huele fácilmente, y la ostentación de la fe puede recibir como en el caso de Insaurralde el castigo del Cielo, en las urnas.
¿Fue una señal de apoyo político del Papa argentino al kirchnerismo en los preámbulos de la campaña presidencial 2015? Para muchos analistas, el Papa jesuita y peronista sabe perfectamente a quién bendecir con su foto y a quién no y ya había llamado la atención recibiendo a la activista jujeña Milagro Sala, al polémico Diego Maradona, pero también a la botinera Wanda Nara. El Papa saluda a mucha gente.
Pero la pregunta clave, más allá de elucubrar si Francisco se volvió K, es en qué medida la bendición del Papa argentino o la ausencia de ella será determinante en el marketing electoral presidencial en 2015.
Luis Rosales, experto en comunicación política y actualmente asesor de comunicación del programa Scholas Occurrentes, lanzado por Francisco desde Roma para promover la vinculación de escuelas pobres con ricas, cree que la respuesta es afirmativa: la ausencia de la bendición papal a alguno de los candidatos que competirán por el Sillón de Rivadavia en 2015 podría ser fatal para su marketing electoral.
Rosales apunta fundamentalmente a Sergio Massa, el único del trío expectante (que se completa con Mauricio Macri y Daniel Scioli) que no fue recibido aún por el Santo Padre. Francisco estaría enojado con el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner que ejecutó en 2009 la orden de la Presidenta de operar en las sombras políticamente en Roma contra el entonces cardenal Bergoglio. Cristina fue absuelta, Massa todavía no.
¿El equipo de campaña y comunicación de Massa que según muchos encuestadores sigue liderando en intención de voto tiene razones para preocuparse por la ausencia de bendición papal? El consultor Jorge Giacobbe (hijo) cree que la bendición papal será irrelevante, a pesar de que su última encuesta indica que Francisco goza en nuestro país de más de 80% de imagen positiva.
Pero es casi inevitable que algunos enojados con el kirchnerismo se asusten trayendo a la memoria al Papa Juan Pablo II, que fuera un factor determinante en la caída del comunismo en su Polonia natal y luego en toda Europa oriental. Estos antiK se preguntan ahora si una bendición demasiado enérgica de Francisco al kirchnerismo podría lograr que permanezca en el poder, contra todos los pronósticos, más allá de 2015.
Sería un milagro. Ya la campaña de Martín Insaurralde para las internas abiertas de 2013, a cargo del publicista Martín Mercado, había puesto a Francisco en acción sin resultado. Los publicitarios de Insaurralde lograron una foto papal del candidato bonaerense antes de las primarias de agosto. El lomense acompañaba a la Presidenta a saludar a Francisco en Rio de Janeiro durante la Jornada Mundial de la Juventud. De allí no solo surgieron afiches papales que empapelaron la provincia. También plotearon vehículos de campaña con la imagen del ex intendente de Lomas de Zamora y candidato a diputado metiendo la cabeza para salir en la foto con Cristina y el Papa. El resultado fue decepcionante: Sergio Massa sin bendición papal le sacó a Insaurralde casi diez puntos de ventaja.
Para la elección legislativa de octubre, Insaurralde no solo cambió a Mercado por el hipercreativo Ernesto Savaglio, sino que apeló al fuego de otro cirio: Jesica Cirio. Adiós al papamóvil, bienvenidas las revistas del corazón. Esto no significa que la modelo haya sido clave para pasar de 26% del electorado en las PASO a 30% en la legislativa y obtener así una derrota algo más digna, o que Francisco haya sido contraproducente: la campaña para las PASO se enancó demasiado en la imagen de la Presidenta, mientras que para octubre Savaglio apostó a mostrar más al propio candidato, pero esta vez con el aval del gobernador Daniel Scioli.
¿Falló el milagro del marketing electoral del Papa Francisco? El electorado huele rápido cuando se quiere disfrazar a alguien de lo que no es, y, con Jesica Cirio, Insaurralde lucía más auténtico que con el Papa. Fue más bien una señal de advertencia para comunicadores políticos que podrían ceder a la tentación del pecado de hacer marketing con la estampita del Papa. La impostura de religiosidad se huele fácilmente, y la ostentación de la fe puede recibir como en el caso de Insaurralde el castigo del Cielo, en las urnas.
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