Publicado en "DirComfidencial".-
El hombre más rico del mundo será propietario de la plataforma de discusión pública más importante del planeta en algún momento de 2022. Ese es el desenlace sorprendente de un proceso que comenzó a principios de año con la acumulación discreta y progresiva de acciones de Twitter por parte de Elon Musk, hasta revelar que poseía más del 9%. El magnate al frente de Tesla o SpaceX ha vencido la resistencia del comité de dirección de la compañía, que en principio se había opuesto a su interés no solicitado, con una oferta única de 54,2 dólares por acción que eleva el coste de la operación hasta los 44.000 millones.
La venta implica que Twitter dejará de ser empresa cotizada y por tanto su gestión dejará de estar sujeta a la presentación trimestral de resultados, lo que a su vez puede habilitar cambios relevantes en el producto. Musk apunta sobre esto último que su intención es que los algoritmos que operan en la plataforma sean de código abierto para aumentar la confianza en su labor, así como eliminar bots y autentificar a todos los usuarios humanos. También está por ver cómo se sustancia su intención de incrementar la libertad de expresión, que considera reducida en los últimos tiempos por las políticas de moderación, y su efecto sobre la seguridad de marca del servicio de cara a los anunciantes que aportan en torno al 90% de sus ingresos.
Más allá de esos principios generales, no está claro qué objetivos tiene Musk con la compra de Twitter, para cuya financiación asume un préstamo de margen de 12.500 millones de dólares sobre el aval de sus acciones de Tesla. Es conocida su aversión a la publicidad y su interés por explorar el modelo de suscripción que Twitter lanzó recientemente, pero no ha trascendido ninguna reflexión importante sobre un eventual cambio de modelo de negocio. La plataforma ha protagonizado una trayectoria muy discreta en bolsa precisamente por su crecimiento poco espectacular tanto en usuarios como en ingresos, lo que explica en parte la aceptación de la oferta de compra.
Musk es uno de los usuarios más populares de Twitter, con cerca de 85 millones de seguidores. Ha convertido su presencia en el servicio en su mejor herramienta de marketing, hasta el punto de que la Comisión de Bolsa y Mercados de EEUU (SEC) le forzó a declarar por anticipado los tuits que iba a publicar sobre Tesla tras dar a entender que tenía intención y financiación para sacarla de bolsa sin que eso finalmente sucediera. Su capacidad para mover el mercado a través de la plataforma se une a una personalidad controvertida que le ha llevado igualmente a utilizar su perfil para hostigar a quienes critican su actividad.
Este acuerdo se ha cerrado apenas tres días antes de que Twitter presente resultados trimestrales y algunos analistas especulan con la idea de que precisamente el comité directivo de la compañía haya aceptado la oferta para evitar el eventual golpe sobre la acción de presuntos malos datos. Cuando la plataforma revele esas cifras podrá verse el alcance del impacto sobre su negocio publicitario de las complejas circunstancias macroeconómicas que está atravesando el mundo debido a la inflación disparada o las consecuencias de la guerra en Ucrania.
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