La Unión Europea ha confirmado que en septiembre pidió información a Google sobre sus prácticas comerciales en torno a menores de edad y ya ha recibido respuesta.
Esa petición se produjo semanas después de que Financial Times revelara un acuerdo secreto de la compañía con Meta para promocionar Instagram en YouTube ante adolescentes.
Además de incumplir la propia normativa interna de Google, ese acuerdo contravendría la Directiva de Servicios Digitales (DSA) porque prohíbe a las compañías el uso de datos de menores de edad de cara a servirles publicidad segmentada. Y eso es lo que el Ejecutivo comunitario está evaluando en estos momentos, de cara a decidir los siguientes pasos del proceso.
Según lo publicado por Financial Times, documentación interna probaría que Meta y Google trabajaron en conjunto en un proyecto de marketing que tendría como objetivo impactar sobre usuarios de YouTube de entre 13 y 17 años con publicidad de Instagram.
Los anuncios habrían estado orientada a un grupo de usuarios etiquetados como «desconocidos» en el sistema publicitario de Google pero la compañía sabría que en gran parte eran menores de edad.
Los documentos a los que ha accedido el diario financiero indican que esa campaña se realizó de la mano de Spark Foundry, subsidiaria estadounidense de Publicis, y se lanzó inicialmente como programa piloto en Canadá entre febrero y abril de este año.
Tras su éxito en ese territorio se desplegó en mayo en EEUU, con intención de ampliarla a mercados internacionales y promover otras aplicaciones de Meta.
Una persona familiarizada con el proyecto confirmó al periódico que había sido cancelado en el contexto de esa investigación periodística.
Si bien desde Google no se ha negado el uso de ese segmento de usuarios bajo la etiqueta «desconocido», sí se ha remarcado que existen salvaguardas técnicas para evitar personalización de anuncios ante menores de 18 años.
Meta por su parte ha señalado que la utilización de la categoría «desconocido» no supone una personalización o una elusión voluntaria de cualquier norma, y considera que se ha atenido a sus propias políticas y las de Google. Pero en todo caso no ha indicado si sabía que en ese grupo había mayoritariamente menores.
Además de posibles problemas con las autoridades europeas, esta información podría poner eventualmente en un compromiso a ambas compañías en EEUU, sobre todo teniendo en cuenta que la lucrativa presencia masiva de menores en Instagram ya ha provocado demandas.
Justo pocos días antes de la publicación de Financial Times el Senado aprobaba un proyecto de ley de seguridad online para menores, como fruto de uno de los escasos acuerdos entre demócratas y republicanos de los últimos años.
Ese movimiento forma parte de una oleada regulatoria en todo el mundo para limitar el impacto negativo de las redes sociales sobre ese grupo de edad.
Australia ha prohibido recientemente su uso para menores de 16 años y Noruega elevará la edad mínima para hacerlo a 15. Y la Comisión Europea ya investiga desde febrero a TikTok por el mismo motivo.
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