The Washington Post se abre a artículos de otros medios, plataformas y gente no profesional para conseguir ingresos
Publicado en "DirComfidencial".-
El nuevo enfoque de The Washington Post en cuanto a opiniones que su propietario Jeff Bezos anunció en marzo va más allá de los enfoques en libertades individuales y libre mercado.
Según The New York Times, la dirección quiere apelar a una mayor variedad de lectores incluyendo artículos de otros medios de EEUU, plataformas como Substack o autores no profesionales.
Este plan, conocido internamente como Ripple, se pondrá en marcha en verano bajo la dirección de un editor incorporado hace poco tiempo.
Las fuentes de The New York Times señalan que operará fuera de la sección de Opinión, que sigue buscando nuevo responsable, y que las aportaciones que lleguen no estarán sujetas al muro de pago.
Por tanto, la estrategia persigue ampliar el primer acceso al periódico de posibles lectores no habituales con perspectivas más variadas que puedan compartir o les puedan interesar, con resultado de más tráfico e ingresos publicitarios asociados. Ese es un factor clave para Bezos, que quiere ampliar la audiencia de The Washington Post más allá de sus nichos tradicionales de influencia en las costas de EEUU.
De hecho, las estimaciones internas señalan que el proyecto podría abrir la puerta a un público potencial de unos 38 millones de adultos estadounidenses que actualmente no leen el periódico. Y para ello el último paso del plan sería permitir que autores no profesionales puedan publicar sus artículos a través de un sistema asistido por inteligencia artificial llamado Ember, que entrará en pruebas en otoño.
Esto último recuerda a la palanca de crecimiento de tráfico que supuso para el antiguo The Huffington Post la estrategia de acoger blogs de sus lectores cuando comenzó a operar en 2005. Con esa maniobra creó un ecosistema de contribuciones de pago y gratuitas que generó una enorme cantidad de contenido para posicionar en búsquedas de Google.
Años después, en 2012, un juez desestimó la demanda de uno de esos blogueros gratuitos en busca de compensación porque consideró que esas miles de personas se habían prestado voluntariamente a aportar su contenido. Y en 2018 el diario clausuró definitivamente ese programa para dar paso a una transformación completa.
En ese mismo año, Forbes también anunció la reducción de colaboraciones no pagadas que habían ayudado a incrementar el tráfico por vías como Google. Reemplazó ese esquema por uno de incentivos económicos por clics para los autores más leídos mientras cada año desaparecerían el 10% de los blogs con peor rendimiento.
Lo novedoso de los planes de The Washington Post, que dan continuidad a las pruebas iniciadas hace más de un año, es que llegan en un momento en el que el sector ha virado hacia las suscripciones y las relaciones directas con sus lectores. Entre otras cosas por la caída significativa de tráfico desde Facebook y la que se prevé desde Google por su nuevo modelo de respuestas conversacionales a búsquedas.
El periódico capitalino está en plena reestructuración para regresar a los números negros, después de acumular dos ejercicios en pérdidas crecientes. Eso ayuda a explicar este nuevo proyecto, que sale adelante mientras los periodistas de la plantilla afrontan un segundo proceso de bajas incentivadas tras el que culminó a finales de 2023 con la salida de 240 profesionales.
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