¿Es adecuada la línea editorial de revistas y boletines internos?
Son muchas las compañías que, de forma
acertada, elaboran publicaciones internas para difundir la información
de la propia empresa en el seno de la organización. Tales publicaciones,
revistas y newsletters – ya sean online o impresos -, constituyen una poderosa herramienta de comunicación interna, cuyo fin primordial es involucrar al total de la plantilla en la estrategia de la compañía.
En definitiva, se trata de hacer
partícipes a todos los empleados no solo de las novedades, sino también
de todo el entramado de la organización: desde “quién es quién”
jerárquicamente, hasta cuáles son los objetivos que persigue la empresa y
qué acciones se están implementando para alcanzarlos. De esta forma los
trabajadores desarrollan un mayor sentimiento de pertenencia, lo que
suele traducirse en una mayor productividad.
Pero… ¿es adecuada la línea editorial que siguen estas publicaciones? A menudo, la respuesta es un NO, rotundo… Una revista o newsletter dirigida hacia el interior de la compañía no puede planificarse como una publicación dirigida hacia el exterior: el público objetivo es diferente, y la estrategia, por tanto, también ha de serlo.
De entrada, en no pocas ocasiones los propios responsables de estas publicaciones no alcanzan a comprender cuál es el objetivo real de las mismas, convirtiendo una revista interna en un “folleto de marketing”, en lugar de explorar la posibilidad de interactuar con el público que más sabe de la empresa y de su funcionamiento: sus trabajadores. Se pretende aleccionar o “vender” las bondades de la compañía, en lugar de comunicar, crear vínculos y aprovechar un feedback sin duda muy enriquecedor.
Veamos cómo los mismos contenidos pueden
mostrarse de una manera muy distinta y sacar el provecho que no se saca
de estas publicaciones tan valiosas…
Entrevista con Altos Cargos – Mandos Intermedios
Obviamente, es importante reseñar qué cargo ostenta la persona objeto de la entrevista y concretar las funciones que desempeña, pero de una manera más explícita que si tal entrevista fuera a publicarse en un medio de comunicación. Los empleados, en mayor o menor medida, conocerán al directivo y sabrán a grandes rasgos a qué se dedica. Es el momento de ser más específico, delimitar sus funciones en términos de su aportación a la operativa interna empresarial, y en un tono más informal, más cercano.
Pero también es importante mostrar “una cara amable”, un toque personal. La idea es que los empleados visualicen a la persona en sí, no al “Director de tal área”, que puede parecer inaccesible y lejano, lo que imposibilita empatizar con él. Una anécdota profesional, un día para el recuerdo o una breve batería de preguntas triviales (comida favorita, lugar preferido de su cuidad, un libro…), por ejemplo, transmitirá ese lado más humano que a todos nos llega y que facilitará ser percibido no como un jefe supremo, sino como un compañero.
Presentación de un nuevo producto o servicio.
De una manera o de otra, los distintos departamentos de la empresa forman parte del proceso de lanzamiento de un nuevo producto o servicio, y estarán al tanto de tal suceso. Sin embargo, es muy probable que no se conozca en profundidad el por qué de ese lanzamiento, qué novedades presenta o qué supone realmente para la empresa.
Presentar ese nuevo producto o servicio ayudará a los empleados a involucrarse e ilusionarse con ese proceso tan vital para cualquier organización, pero no se trata de plasmar la nota de prensa enviada a los medios, o el material preparado por el departamento de marketing (si bien, constituyen un material de apoyo importante que también hay que dar a conocer); sino de que los responsables de ese nuevo proyecto transmitan en un tono menos publicitario qué supone este reto para ellos y para la compañía, por qué ahora y en qué se fundamenta tal decisión. Ni que decir tiene que si logran transmitir entusiasmo a sus trabajadores, ellos también lo transmitirán en sus redes sociales, blogs, foros…
Comentarios
Publicar un comentario