Por José Crettaz | LA NACION
El caso de la AM 1110
La Once Diez, la FM 92.7, La 2x4 y el canal Ciudad Abierta, es decir, la
radio y televisión estatales en la ciudad, es extraño. Parece ir a
contramano de lo que puede verse en otros medios públicos de esta época.
Tienen programación cultural, diversa, irreverente, y hasta mantiene
-aunque se intentó rescindirlo- un compromiso para poner en pantalla las
sesiones de Senado TV, dedicada a emitir mayormente la actividad del
vicepresidente Amado Boudou.
Detrás de esa transformación estuvo Carlos Ares, que
acaba de dejar el puesto en parte porque habían transcurrido los dos
años que se había propuesto -según dice- y en parte por el revuelo que
armó su columna "Medios pelotudos" (publicada en el diario Perfil) sobre
la división en el periodismo criollo. Ares (que fue reemplazado por
Pablo Avelluto, ex director editorial de Sudamericana) fue uno de los
fundadores de la escuela de periodismo TEA y de la revista La Maga, cuya
tercera época se apresta a lanzar en los próximos meses.
Radio Barcelona (programa de la revista homónima), su
actual directora, Ingrid Beck, y el cofundador Pablo Marchetti, en la
radio; Daniel Molina, José María Muscari y Laura Oliva, en televisión,
son algunas de las figuras que recalaron en los medios públicos
porteños. En las mañanas de La Once Diez trabajó hasta su muerte la
prestigiosa y recordada periodista Susana Viau.
"Los medios públicos son de la gente y no deben tener
jefes políticos. A los colaboradores de la radio y el canal yo les decía
siempre que nuestros jefes están en la calle, y que acá se cobra en
ABL, es decir de lo que proviene de los impuestos y del esfuerzo de la
gente, que paga este servicio público", dijo Ares, en esta entrevista
con LA NACION.
-¿Cómo llegaste a los medios de la Ciudad?
-Por amistad con Gabriela Michetti, persona a la que
quiero y valor mucho. Era la oportunidad de demostrar que en los medios
públicos se podía hacer algo distinto. Tuve una conversación con
Mauricio Macri, que me sorprendió también por su idea de que él no
quería meterse para nada, le aclaré que si la pretensión era hacer "su 6,7,8
" yo no era la persona indicada. Me dijo que no y me pidió que
trabajara para recuperar la radio y el canal, que estaban abandonados.
Hasta se había especulado con que Macri quería privatizarlos y hubo que
demostrar lo contrario con hechos.
-¿Y cómo resultó la experiencia?
-Ahora siento el alivio de que ya nadie me va a "pegar"
por ser funcionario y para castigar al gobierno porteño. En la gestión
pudimos hacer reformas edilicias y técnicas importantes, aumentamos la
potencia de la radio casi al doble, y en el canal, que repetía las
mismas latas desde hacía casi cinco años, volvimos a producir. El canal
no puede comprar latas de productoras porque le quieren cobrar fortunas
porque están mal acostumbradas a lo que paga el canal Encuentro [del
Ministerio de Educación]. Por eso, empezamos a trabajar en Ciudad
Abierta como un lugar de experimentación y creo que se logró una línea y
una estética. Mantenemos un problema que lleva como diez años: un
acuerdo con Senado TV para emitir los jueves las sesiones o las
actividades del vicepresidente Boudou. La radio estaba loteada entre
padrinos políticos de gente que se creía propietaria de su espacio y
logramos cambiar esa situación. Además, este año se aprobó la ley para
que el canal y la radio puedan tener auspicios, lo que le dará una nueva
fuente de recursos. Hasta ahora, no era posible. Y el presupuesto que
se tiene es poco, para el año próximo, son $ 14 millones, que se van más
que nada en sueldos.
Además de traer gente con trayectoria, les dimos
oportunidad a profesionales jóvenes, como Diego Leuco, conductor de la
mañana, en La Once Diez, que tiene 23 años. Se sumó gente de la revista
Barcelona, que venía de Radio Nacional. Ingrid Beck y Pablo Marchetti,
también se llegaron Gustavo Noriega, Franco Torchia, Esteban Peicovich y
Pablo Gorlero. Hay absoluta diversidad, pero son ellos quienes pueden
decir si se cumplieron con las garantías de independencia y libertad que
nos propusimos.
-Y la audiencia volvió a considerar a los medios de la ciudad, que estaban olvidados.
-Totalmente ignorados. Nadie sabía ni dónde estaba la
radio, que fue saqueada en la época de Carlos Menem, cuando le dieron la
frecuencia del 710 a Daniel Hadad. Lo que salvó a la radio y la
recuperó es Internet. En conjunto, los medios públicos porteños tienen
hoy 105.000 usuarios en la Web; habíamos arrancado en 8000 un año atrás.
Por eso, entre los proyectos en marcha está el de desarrollar otra
radio, por Internet y para jóvenes menores de 25 años. En el Centro
Cultural San Martín, donde funcionan los medios públicos, habrá un
espacio nuevo, fijo para este público.
Comentarios
Publicar un comentario