¿Vas a usar Whatsapp para tu comunicación interna? Seguro te servirán estos consejos para arrancar con el pie derecho
Con más de 600 millones de usuarios
activos alrededor del mundo, Whatsapp se presenta como una gran
tentación para muchas organizaciones que quieren generar un tráfico de
comunicaciones más fluida con sus empleados, sin pasar por
implementaciones engorrosas y caras. Esto sucede a pesar del éxito de Slack y Hipchat como
herramientas para llevar un diálogo fluido entre colaboradores, o como
Yammer y Facebook@work en cuanto a redes sociales internas.
La tentación para la implementación de
Whatsapp como canal de comunicación interna está tanto en la
posibilidad real de que gran parte de nuestros colaboradores sean
usuarios de la aplicación (si no la totalidad), como en la simplicidad
para crear grupos y llegar de modo directo a cada miembro fuera de lo
que es el e-mail corporativo. Y por supuesto, ni que hablar de la
urgencia que nos ataca al ver el alerta de mensajes en la pantalla del
smartphone (paradójicamente no pasa lo mismo con el e-mail, y podés
comprobarlo viendo tu inbox en este momento). En otras palabras, a un
pulgar de distancia se presenta un mundo de oportunidades para
comunicar.
Sin embargo, la simplicidad y la
emoción de salir a la carga con el “grupo del trabajo” puede hacernos
caer en una trampa mortal que transformaría lo que podría ser el paraíso
en el mismísimo infierno.
Según los expertos mIramos una 150
veces al día el celular en promedio, y todo parece indicar que dedicarle
más tiempo al teléfono no sería una buena opción, al menos no por una
invasión de mensajes de “la oficina”. Entonces ¿qué debemos tener en
cuenta para no caer en la trampa y desaprovechar una iniciativa que
puede mejorar la comunicación interna?
Establecé una política de uso
Lo primero es lo primero. No te
compliques mucho con esto. Simplemente buscá dejar bien claro cuál es el
propósito del grupo, los sí y los no. Por ejemplo, hay compañías que
aceptan consultas mediante el grupo y otras que no, otras que dan
libertad plena a todos los usuarios para debatir cualquier tema, y otras
que establecen códigos de convivencia para estas plataformas.Todo depende de cuán bidireccional quieras mantener el canal.
Planifica los mensajes del grupo
Para evitar la emoción de pensar que
todo debe y merece ser comunicado por Whatsapp, planifica los días,
horarios, y temas que serán objeto de comunicación en relación a la
política de uso que definiste. Algunos ejes temáticos clave son los
anuncios de disponibilidad de nuevos beneficios, políticas corporativas,
mensajes del CEO y la Alta Dirección, anuncios de disponibilidad de
resultados de negocio, proyectos clave, voluntariado, comunicaciones de
logros y reconocimientos.
Activá un usuario de Whatsapp de la compañía
No uses nunca tu whatsapp personal
para gestionar los mensajes de la compañía y de los colaboradores hacia
la organización. Si elegiste usar esta aplicación como herramienta de
comunicación interna, es la empresa la que debe comunicar y ser sujeto
de las interacciones. Quieras a no siempre serás un usuario más.
Creá un grupo
Ni dos ni tres. Sólo uno. Recordá
siempre que Whatsapp no es una red social, mucho menos tu intranet, y
menos aún una plataforma de gestión de equipos o proyectos. Este grupo
será el emisor de toda información de la compañía relevante para los
colaboradores.
Lanza una convocatoria a unirse al grupo
Esto es clave. No hay nada más molesto
que ser unido a un grupo sin tu consentimiento. Lo mejor es hacer una
campaña explicando el uso y utilidad del grupo, e invitar a los
colaboradores a unirse. Por supuesto, siempre es bueno acompañar esto
con un grupo de early adopters que hagan las veces de embajadores y
patrocinadores del nuevo canal. Si la propuesta de valor es atractiva,
pronto tendrás a todos conectados.
No exijas a nadie unirse y olvidate de penalizar a alguien por salirse
Este punto es el más olvidado por
muchas compañías. No podés obligar a la gente a sumarse al grupo, tenés
que tentarlos a sumarse ¿Cómo? Enviando mensajes relevantes, a tiempo, y
sobre todo, que tengan un impacto positivo para las personas en el
marco de la compañía. Tampoco vale “enojarse” porque fulano dejó el
grupo. En ese momento la pregunta es por qué no se logró capturar su
atención. Salvo que todos tus colaboradores tengan teléfonos compañía o
estén bajo la política de “traé tu propio dispositivo” (BYOD), la participación en el grupo corporativo es opcional. Tu tarea será crear contenidos de calidad.
Explicale a todos los gerentes que el grupo está al servicio de la
compañía y que los otros canales siguen funcionando como siempre
Cuidado.No
caigas en la trampa de hacer favores personales con el grupo. Cuando se
implementa este tipo de herramientas pasan sólo 5 minutos hasta que
llega el primer gerente a decirte que necesita hacer un anuncio “super
importante” y que para asegurarse que llegue quiere que uses el grupo de
whatsapp. Ahí entra en juego tu criterio profesional y las reglas del
grupo.
Recordá que Whatsapp es tan seguro como un mono con navaja
No uses nunca, nunca, nunca. el grupo
para compartir información confidencial o sensible para la compañía. En
su lugar podés avisar por el grupo a todos los colaboradores que el
reporte X o el estado de los proyectos z están disponibles y
actualizados en intranet. Mucha gente te va a agradecer que les avises
en lugar de esperar que ellos hagan el check-in permanente.
Antes de que te lances a la conquista,
es importante que recuerdes que al día de hoy se están dando muchas
discusiones en torno al uso de Whatsapp como canal de comunicación
interna, sobretodo en relación a la invasión a la privacidad de los
colaboradores, la saturación de información, y la conectividad 24×7 con
el trabajo, aunque no hay posiciones que primen sobre otras. Como en
todo, defensores y detractores tienen buenos argumentos.
En lo personal creo que usar grupos de
Whatsapp para gestionar una porción de la comunicación interna está muy
bien, y puede ser una aventura enriquecedora para la compañía. Por
supuesto, como decía al inicio de este artículo, hay herramientas más
específicas, pero Whatsapp está tan institucionalizado socialmente que
es una magnífica manera de no pasar por procesos tediosos de gestión del
cambio y adopción de nuevas tecnologías.
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