WhatsApp dijo ante el Senado argentino que no bloqueará a los usuarios que no acepten sus políticas de privacidad
Por Noelia Tellez Tejada, en "TeleSemana.com"
¿Qué tan acostumbradas y predispuestas están las personas a que las compañías de servicios de comunicaciones, de redes sociales u otras plataformas utilicen sus datos personales con fines comerciales? ¿Cuál es el límite de la privacidad? ¿Es posible dar marcos regulatorios a las plataformas? Algunas de estas preguntas fueron discutidas y abordadas en el marco de la sesión en la que los miembros del Senado Argentino, especialistas y ejecutivos de Facebook discurrieron en el pleno.
WhatsApp, la app de mensajería celular de Facebook, expuso ante la comisión de Sistemas y Libertad de Expresión del Senado argentino que no limitará ni restringirá el uso a quienes no aceptaran las nuevas reglas; y lo hizo a partir de la medida cautelar que el Estado Argentino cruzó ante el cambio de sus políticas de actualización, por entender que sus usuarios se encuentran en una relación “asimétrica”.
Pablo Bello, director de Políticas Públicas de Facebook para América Latina, fue el responsable de expresar la decisión de la compañía y quien explicó, además, que la nueva actualización solo “se refiere al canal destinado a la comunicación con empresas o entidades públicas” y “no para las conversaciones personales ni para las interacciones regulares a través de WhatsApp”.
La fecha límite para aceptar era el 15 de mayo último, pero Bello indicó que la empresa tomó la decisión de no limitar y no restringir el uso de la aplicación de mensajería a aquellos usuarios que no aceptaran esa actualización de la política de privacidad; y por la que la Secretaría de Comercio Exterior y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, presentaran ante la Justicia una medida cautelar solicitando a la compañía que se abstuviera de limitar el funcionamiento de la aplicación.
Asimismo, el ejecutivo subrayó que la nueva actualización “no supone compartir más información entre WhatsApp y Facebook” y que está vinculada a informar al usuario que en los canales de conversaciones que mantenga con empresas y entidades públicas podrá intervenir “un tercero” o “desarrollador” que “gestionará” esa comunicación.
“Se trata de un canal adicional, no reemplaza nada, es una opción para que las empresas puedan tener un canal de atención complementario pero si el usuario decide no utilizarlo estos no tendrá efectos sobre su cuenta”, aclaró Bello, y aseguró que funciona como “un call center más” como “ir a la oficina comercial para ser atendido o llamar por teléfono”.
Sin embargo, para Rodrigo Luchinsky, presidente de la comisión de Defensa de la Competencia, la respuesta no fue suficiente y “merece una investigación más profunda”, dada la potencial recopilación de información de los usuarios que WhatsApp compartiría con otras empresas del grupo.
“Habría que determinar en qué medida está contenida en la letra chica de las políticas de privacidad y condiciones de servicio”, declaró el funcionario sobre la explicación brindada por el representante de WhatsApp.
Ante semejante respuesta, Bello valoró que la actualización de una política de privacidad “no tiene efectos de competencia porque no tiene efectos de mercado” y aseguró que la empresa “colecta muy pocos datos de los usuarios”.
En ese marco, también expuso Martín Becerra, investigador del Conicet, quien mencionó la “incapacidad de los países de adaptar marcos legales al funcionamiento de plataformas digitales globales” y la “la obligación de radicación legal de las compañías que ofrecen servicios en una jurisdicción determinada”.
Los debates en torno a la privacidad y la protección de los datos de los usuarios, pero también los alcances jurisdiccionales de las legislaciones locales sobre empresas globales son, tal como lo abordó TeleSemana.com en otras oportunidades, debates que sólo reflejan la punta del iceberg de una tendencia de discusiones y de desafíos que la región y el mundo comienza a enfrentar.
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