Publicado en "DirComfidencial"
Todos los usuarios de Facebook no disfrutan de las mismas garantías para expresarse. De hecho un sistema interno mantiene a millones de personas a modo de élite, ya que se les dispensa de cumplir con algunas o todas las normas que sí aplican al resto y condicionan su estancia en la plataforma. Ese es el resultado de la investigación realizada por The Wall Street Journal, que ha tenido acceso a documentación referente a ese programa, conocido como cross check o Xcheck.
Sus beneficiarios abarcan celebridades, políticos y otras personalidades con diferentes grados de notoriedad. Todos ellos están protegidos de alguna manera de los procesos habituales por los que la red social actúa sobre cuentas en función del comportamiento de sus titulares, desde la inmunidad absoluta hasta la capacidad para publicar contenido que no se permite a usuarios normales. Este último sería por ejemplo el caso de Neymar, que habría colgado en 2019 ante millones de seguidores una serie de imágenes de una mujer desnuda que le había acusado de violación.
La documentación revisada por The Wall Street Journal indica que en 2020 al menos 5,8 millones de usuarios disfrutaban de ese tratamiento especial, de cuyo uso masivo tampoco sería conocedor el propio Consejo asesor de contenido que creó para ofrecer mayores garantías de moderación. De hecho en junio le informó de que solo “un pequeño número de decisiones” estaba afectado por ese esquema.
La realidad es que algunas de esas personas estaban publicando contenidos problemáticos que alcanzaban el grado de desinformación. Eso entraba en conflicto directo con los principios que la plataforma había abrazado tras la crisis de las elecciones ganadas por Donald Trump y apuntaba la tensión recurrente entre la política de moderación y la de asuntos públicos. Y ahí quedaba igualmente a un lado el trabajo de los verificadores de contenidos.
Facebook ha explicado en un comunicado que el sistema fue diseñado para “aplicar de forma acertada las políticas en contenido que podría requerir mayor comprensión” y que en todo caso está trabajando para eliminar las exoneraciones completas de cumplir su normativa. El objetivo era que no existieran ya usuarios con inmunidad plena ante “violaciones muy severas” de su normativa durante el primer semestre de este año.
Sin embargo en esos documentos figura la reflexión de una jefa de Producto del Equipo de Prevención de Errores sobre el crecimiento constante de la lista de los exentos y la necesidad de bloquear la capacidad de los empleados de la compañía de introducir gente en ella. Lo que en ningún caso se barajaba era la posibilidad de tratar a esos usuarios influyentes de la misma manera que al resto, de forma que no se enfadaran. Esta es la primera entrega de esta investigación, que The Wall Street Journal tiene previsto seguir publicando a lo largo de los próximos días.
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