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La última vez que la empresa entonces conocida como Facebook anunció datos sobre Instagram fue en junio de 2018, y en aquella ocasión confirmó que había alcanzado los 1.000 millones de usuarios activos mensuales. Algo más de tres años después, fuentes consultadas por CNBC confirman que la aplicación ha superado recientemente la barrera de los 2.000 millones. Ese hito no confirmado oficialmente por la compañía se ha producido en un momento delicado para Instagram, tras la filtración de documentación interna que revela su conocimiento de los efectos negativos que causa sobre personas jóvenes.
Según la emisora, las personas que cita habrían sabido de la nueva marca por conversaciones internas. En concreto alguien les habría indicado que la aplicación había alcanzado esa cifra apenas una semana antes de que Facebook anunciara que su nombre corporativo pasaba a ser Meta.
El número es muy relevante de por sí, pero aún más si se contextualiza con que en el último trimestre cerrado la compañía indicó que su red social principal tenía 2.910 millones de usuarios activos mensuales. En esos mismos resultados se apuntaba que 3.580 millones de personas habían utilizado alguna de las aplicaciones del gigante tecnológico a lo largo de esos tres meses.
Instagram tardó ocho años en alcanzar sus primeros 1.000 millones de usuarios y en apenas tres ha duplicado esa cifra, lo que ayuda a explicar su importancia creciente para la empresa anteriormente conocida como Facebook. Especialmente porque la aplicación principal de la compañía atrae usuarios a un ritmo cada vez menor y es percibida de una forma más negativa, sobre todo por el público más joven, que a su vez está siendo absorbido por TikTok.
A falta de conocer su impacto sobre la facturación de Meta, Instagram lleva algún tiempo en el punto de mira de políticos y reguladores en EEUU. El debate sobre si permitir su adquisición en 2012 fue un fallo de competencia y si ahora la compañía debería ser forzada a venderla forma parte de una conversación general sobre cómo establecer un nuevo escenario legal para estos gigantes. La autoridad de la competencia británica ha rechazado recientemente la compra de Giphy, un agregador de gifs animados, por parte de Meta.
Además Instagram está sujeta a una controversia particular en los últimos tiempos por la documentación interna filtrada en la que se demuestra que conocía las consecuencias negativas de sus dinámicas para sus usuarios más jóvenes. Adam Mosseri, responsable de la aplicación, testificó recientemente ante el Senado de EEUU para responder sobre este asunto y puso sobre la mesa varios compromisos, como la introducción de un flujo de contenidos cronológico.
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