Algunos habitantes de California ya están comprobando las posibles consecuencias de la eventual aprobación del proyecto de ley estatal que obligaría a Google y otras compañías a pagar a medios por indexar y enlazar sus contenidos.
El gigante tecnológico ha reconocido en su blog corporativo que está haciendo un “test a corto plazo para un pequeño porcentaje de usuarios” con el objetivo de “medir el impacto de la legislación en nuestra experiencia de producto” que se traduce en que esas personas han dejado de ver fuentes informativas en sus búsquedas o Discover. Se trata de la misma estrategia que ya utilizó recientemente en Canadá ante un escenario legal similar.
Jaffer Zaidi, vicepresidente para acuerdos globales con medios de la compañía, explica en esa entrada que la iniciativa en trámite terminaría con un modelo basado en “ayudar a editores de todos los tamaños a incrementar sus audiencias sin coste para ellos” a través de la visibilidad que les ofrece mediante sus productos. Y además señala que Google pausa de momento sus inversiones en la industria de los medios californianos, lo que equivale a paralizar sus colaboraciones a nivel de producto y otros programas.
Esta respuesta se anticipa varios meses al posible calendario del proyecto de ley, que partió del impulso de la congresista demócrata Buffy Wicks ante la desaparición de más de 100 organizaciones informativas en California en la última década. Fue aprobado por la Asamblea del estado con apoyo tanto de republicanos como de demócratas el año pasado y el siguiente paso para convertirse en legislación en firme es el trámite positivo en el Senado estatal, algo que podría llegar dentro de algunos meses. El ciclo culminaría con la firma del texto aprobado por parte del gobernador, lo que le daría plena carta de naturaleza.
Una de las claves que explica la posición de Google es que la iniciativa contempla que un panel de tres jueces determinará lo que las compañías concernidas deben abonar en cada caso a través de un proceso de arbitraje y sobre un porcentaje concreto de sus ingresos publicitarios. Hasta la fecha no ha habido una reacción similar de Meta, que lleva años retirando progresivamente las noticias de Facebook e Instagram, pero en casos anteriores ha compartido con el gigante de las búsquedas la preocupación por ese sistema.
A lo largo de este año el Senado estatal tendrá que determinar si da el pase a una iniciativa que el año pasado fue aprobada por el Congreso por una mayoría bipartisana.
La difícil relación de Google con los medios locales de EEUU combina frentes como una demanda por parte del mayor grupo de periódicos del país bajo acusación de reducir su caudal de facturación publicitaria digital o el pago de cantidades inciertas por probar una aplicación de inteligencia artificial para periodistas. Su capacidad para absorber planificación junto con Meta y Amazon es considerada crucial para entender estudios como el de la escuela de periodismo Medill de la Universidad Northwestern que anticipa que para 2025 habrá desaparecido la tercera parte de los periódicos que existían en EEUU en 2005.
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