Por Carmen Cordova, Microbióloga, Científica de Plantilla,
NRDC La Onda Verde de NRDC
El hambre sigue siendo
un reto diario para casi 800 millones de personas en el mundo entero. Según un reporte sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el
mundo que fue publicado este año, el número de personas que sufren de hambre disminuyó
a 167 millones de personas aunque queda mucho por hacer para seguir reduciendo esta
proporción. Uno de los objetivos del
desarrollo sostenible la ONU para el 2030 es acabar por completo con el hambre y para lograrlo, necesitamos hacer llegar alimentos nutritivos a los que
más lo necesitan.
Sin embargo, los efectos del cambio climático, el clima extremo,
las infestaciones que afectan la ganadería y los cambios impredecibles en el
abastecimiento de agua, ahora más que nunca dificultan la tarea de producir
alimentos.
En varios países de Latinoamérica, la sequía del 2015 afectó
los cultivos y la ganadería. En un informe del Programa Mundial de Alimentos de
las Naciones Unidas (PMA) se muestra que más de 2
millones de centroamericanos necesitarán asistencia alimentaria, mientras que en Colombia se reporta que la sequía cobró
la vida de 30 mil reses.
Según Lauren Kubiak, experta en política energética, en Kenia, están sufriendo los estragos de temperaturas
erráticas que afectan la producción de café. Las alteraciones al sistema
alimenticio debido al cambio climático afectan a todo el mundo y de mantenerse,
los beneficios al sistema alimenticio serían afectados también.
En un informe del Programa Global de Seguridad
Alimenticia ( Global Food Security programme), sobre un proyecto recién
realizado por un grupo de investigadores en los Estados Unidos y el Reino Unido
sobre el impacto del clima
extremo y la capacidad de recuperación del sistema global de alimentos afirma que el impacto debido al cambio climático implica las bajas en la
producción del maíz, la soja, el trigo y el arroz. La reincidencia de bajas en
producción demasiado frecuentes podría desestabilizar las economías en
desarrollo y causar conflictos derivados de los bajos recursos como el agua,
los alimentos y la tierra donde se producen, además del hambre en la población.
La escasez de alimentos es una de las causas por las cuales se estima que 200 millones de
refugiados climáticos serán forzados a abandonar sus tierras para el año 2050.
Mientras tanto, un reporte sobre las preparaciones en la
producción agrícola en California, para enfrentar el cambio climático dice que es
necesario más progreso en el desarrollo de métodos sostenibles. California produce más del
diez por ciento de toda la
producción agrícola en los EE.UU. y después
de cinco años de sequía no existe un agricultor que no haya sido afectado por este cambio climático.
Todos podemos contribuir para disminuir los efectos
del cambio climático usando más energía limpia y menos combustibles fósiles.
Juntos podemos ayudar a reducir la polución que no solo afecta la producción de
alimentos nutritivos en nuestras tierras sino en todo el mundo. Los acuerdos
climáticos en Paris deben garantizar acción climática que nos ayude a erradicar
el hambre y reducir los más graves efectos que pongan nuestros alimentos en
peligro.
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