(Prensario Internacional) |
El clima de creciente belicosidad cibernética que comentábamos el fin de semana pasado se agravó ahora con el descubrimiento de una campaña montada por Facebook en contra de Google para desacreditarla. De acuerdo al New York Times, Facebook contrató a la agencia Burson-Marsteller para ‘convencer (en los Estados Unidos) a varios periodistas y defensores de la privacidad de que escribieran artículos críticos del nuevo servicio de Google, Social Circles'. El esquema fue descubierto cuando uno de los comentaristas abordados por Burson-Marsteller se negó a hacerlo y reveló los e-mails intercambiados con personal de la agencia. El asunto es alarmante porque, de una cuestión por ver quién desarrolla los mejores programas y presta el mejor servicio, se ha pasado a atacar a los competidores, además de --como comentábamos la semana pasada-- buscar resquicios en el software que permitan demandar por plagio, con empresas que parecen querer vivir de las demandas judiciales pero a la vez frenan las innovaciones de los demás. Google no comentó el tema de la campaña de Facebook, pero es evidente que la cuestión de la privacidad va ganando, si no en importancia --hay que darla por perdida-- al menos en notoriedad. En el futuro habrá que pagar por la privacidad, a menos que no sea relevante, como sucede con millones de personas que suben datos íntimos a la Web a cambio de obsequios de nulo o escaso valor, o simplemente por ego. Por otra parte, si uno quiere tener un GPS que le indique cómo llegar a cierto lado, es bastante evidente que el GPS debe saber dónde uno está. Perjudicar es buen negocio Hay otro aspecto en esta escalada de violencia virtual: parece ser buen negocio perjudicar a los adversarios y competidores. Estamos ya con empresas que no cotizan en bolsa, y por lo tanto su valuación es muy volátil: depende de factores subjetivos, entre los cuales figura la “buena voluntad”. Como hay capitales especulativos en pugna, la baja de prestigio de un competidor puede subir la cotización del acusador. Y hablamos de miles de millones de dólares: Microsoft pagó 8 mil 500 millones por Skype, que perdió 7 millones de dólares en 2010 pero tiene 124 millones de clientes activos por mes, aunque sólo el 10% paga. Microsoft puede haber comprado Skype más para afectar a Google y Facebook (como sugirió en agudo comentario Ariel Torres en La Nación, de Buenos Aires) que por saber qué hacer con la empresa. Torres recuerda la compra por parte de Microsoft de aQuantive en 6 mil millones, en 2007, después de que Google comprara DoubleClick en 3 mil 100 millones. En El País, de España, se habla de que Microsoft quiere añadir un sistema de voz por Internet a sus servicios de mensajería ‘personal o corporativa', y se menciona que Microsoft tiene ya el 1.6% de Facebook, por el que pagó 167 millones de euros, unos 233 millones de dólares. Para Torres, Microsoft quiere que Skype reemplace al celular. Desde otro ángulo de análisis, Skype le permitiría a Microsoft recuperar el liderazgo que perdió al ser desplazada la PC y aparecer sistemas operativos como el Android. Se cumple la ley de las generaciones tecnológicas, como lo está intentando Apple con la iPad: apabullada hace años por Microsoft en el terreno de las computadoras de escritorio, regresó con algo que reemplaza a las PCs y puede volver a dominar ese aspecto del negocio. Reemplazando a los celulares, Microsoft tendría otra oportunidad de fama y fortuna adicionales. |
Por "laaprendiz " (Bolg propio) Un troll es la peor pesadilla de un community manager. Si no sabes gestionarlo, te puede arruinar tu reputación profesional y la de la marca que gestionas. Por ese motivo, he decidido dedicar esta semana a esas criaturas que pueblan nuestros territorios y nos amenazan. Así pues, desenvainad las espadas, pulid vuestros yelmos y encomendaros a vuestros dioses. ¡Bienvenidos a la semana de los trolls! Aspecto de un troll Un troll no debe confundirse, en un primer momento, con un usuario enfadado o molesto con la marca que gestionamos. La principal característica de un troll es que nunca será aplacado con una respuesta satisfactoria en forma de disculpa o solución a un problema . ¡Para nada! Sus principales características son: Provocador. Va a intentar por todos los medios provocar el enfrentamiento con el community manager o con otros usuarios a través de sus comentarios. Y ni que decir tiene que sus
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