Hace casi 3 años, el ex corresponsal de guerra Burt Herman, Rich Gordon (Universidad de Stanford) y Aron Pilhofer (The New York Times) organizaron Hacks/Hackers, para estimular el encuentro entre la informática y los contenidos. Hay un capítulo argentino, cofundado por Mariano Blejman, NO Cultura Digital (Página/12); Martín Sarsale, responsable tecnológico de Sumavisos; César Miquel, director de EasyTech; y Guillermo Movia, de Mozilla Argentina. Desde el 30/08 al 01/09, bajo el lema “Reiniciando el periodismo”, coordinarán una intensa actividad.
Alastair Dant (The Guardian) en Mozilla Open.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El Media Party será en el Centro Cultural Konex, en Sarmiento 3131 de la Ciudad de Buenos Aires: durante 3 días keynotes (conferencias), workshops (talleres) y laboratorios para periodistas, programadores de software y diseñadores, un evento inspirado el festival de Mozilla de Londres: el software debe poder copiarse, distribuirse, modificarse y usarse libremente, es la filosofía del Media Party, y lo manifiesta Urgente24 en forma permanente.
El jueves 30/08 será el dia del área de noticias interactivas de The Guardian (Alastair Dant, Mariana Santos, Alex Graul y Nicola Hughs): conferencia sobre data y visualizaciones, y una exposición sobre Derechos Digitales. El viernes 31/08, los de The Guardian realizarán un workshop orientado a la creación de contenido interactivo multimedia.
Otros participantes:
Tyson Evans, de The New York Times;
Justin Arenstein, consultor de Google y el International Center For Journalist (ICFJ);
Dan Sinker, director del programa Knight Mozilla Open News;
Al Shaw, de ProPublica;
Thomas Levine, de ScraperWiki;
Jonathan Stray, de Overview;
Karen Reilly, de Tor;
James C Burns, de Zeega;, y
Rob Baker, de Ushahidi.
Gustavo Faleiros, de Brasil, quien trabajó durante años en un proyecto para mapear el Amazonas.
Qué Pasa Riachuelo, desarrollado por Garage Labs, que analiza el impacto de los residuos en el Riachuelo.
Scraper Wiki, que ordena la información de la web para usarla después en bases de datos, en hojas de cálculo y así analizarla.
Pero, ¿cómo hace un periodista para bajar esa información sin ayuda de un programador? ¿Cuáles son las herramientas disponibles para que esto sea posible? ¿Cómo se hace para subir un PDF a la web, convertirlo en texto y luego sacar una tabla que estaba en un papel y usarla en un Excel? En el workshop se podrá aprenderlo.
Los proyectos e ideas que surjan del evento serán considerados por el programa Knight Prototype Fund, que ofrece donaciones de hasta US$ 50.000 para innovación en medios.
Para inscribirse por adelantado aquí:
Más información sobre el encuentro, aquí:
En Twitter, @HacksHackerBA y el hashtag #HHBA.
El desafìo es “reiniciar el periodismo”.
El último día, el 01/09, ocurrirá un hackatón: un maratón de trabajo colaborativo en función de un fin específico.
Esteban Magnani entrevistó a Karen Reilly, directora de desarrollos de Proyecto Tor, una red de túneles virtuales que permite a distintos usuarios llegar a sus destinos virtuales utilizando las computadoras de otros que las ofrecen. De esta manera si, por ejemplo, un periodista cubriendo una guerra civil teme ser observado, utiliza eslabones intermedios y fragmentados para acceder a cierta información o subir artículos y fotos. Así se logra que los sistemas de control no sepan quién es realmente el destinatario o la fuente de la información.
Por eso, los gobiernos aborrecen al Proyecto Tor.
Diálogo Reilly/Magnani:
–¿Hasta qué punto Internet está vigilada?
–Si no usa ningún tipo de proxy, su proveedor de Internet podrá ver todos
los sitios que visites. Esa información puede volverse pública o caer en manos
de privados. Algunos proveedores venden esa información a empresas de
publicidad. Las compañías de seguros están interesadas en lo que comés, las
medicinas sobre las que buscás información en la red, si usás una moto; o sea
todas las cosas que son útiles para cobrarte más. Los historiales de búsqueda se
han usado en casos judiciales y los gobiernos los guardan por si algún día
resultan útiles. Los regímenes autoritarios y carteles criminales rastrean
activistas para ver si suben cosas a las redes sociales o escriben en blogs
sobre corrupción y violencia.
–¿Hay peligro para la libertad y la neutralidad de la red?
–Hay amenazas privadas y públicas a Internet porque la gente se está
volviendo más consciente políticamente. Los documentos ya no se guardan en el
sótano, lejos del ojo público. Si la policía abusa de gente protestando
pacíficamente, lo más probable es que alguien suba un video y surjan demandas
online. Los patrones de corrupción son documentados anónimamente, avergonzando
públicamente a los implicados. Si sos un dictador que roba dinero de la gente,
Internet es algo que necesitás controlar. La otra gran amenaza a Internet
proviene de las empresas. Hay proveedores que quieren que algunos sitios paguen
más para tener más velocidad, lo que sería terrible para la innovación online.
Las empresas cinematográficas y de la industria musical piden más censura y
control para terminar con la piratería, ignorando las implicaciones contra los
derechos humanos que significa acumular información sobre ciudadanos y decidir
qué sitios pueden visitar y cuáles no.
–¿En qué sectores o países crece más el número de usuarios de Tor?
–Cada vez que crece la censura, tenemos más usuarios conectados. El
número en Irán subió enormemente el año pasado. También hemos visto un aumento
en los países considerados más libres por sus propios ciudadanos debido al
incremento en el control cibernético. Pero la mayoría de los usuarios son gente
común que usa Internet para cuestiones de rutina, pero que cree que es
desagradable e incorrecto espiar a la gente.
–Cuénteme sobre Tail, un proyecto interesante que han desarrollado.
–Tail es un sistema operativo portable en Linux que se corre desde un CD
o un USB. Está configurado para conectarse a Internet anónimamente y que no deja
trazas cuando uno lo desconecta.
–¿Por qué viene a la Argentina?
–Los “hactivistas” (activistas informáticos) son una comunidad
realmente global. La gente que produce tecnología para proteger a los
periodistas de la censura y la vigilancia son superados en número por las
compañías de tecnología que venden sistemas de monitoreo a quienes quieren
suprimir el disenso. Espero encontrar más ayuda de los hackers argentinos.
También espero que me digan qué necesitan. El feedback es esencial para poder
mantener segura a la gente. Queremos crear herramientas que les gusten, que
hagan lo que dicen que hacen y que ayuden a los ciudadanos a mantener alejados a
los censores.
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