Funcionarios del gobierno dijeron que había que regular las redes para evitar campañas de desprestigio
CARACAS.-
Inquieto con la libertad con que millones de venezolanos expresan sus
opiniones por Twitter, el gobierno de Nicolás Maduro está dando señales
de que busca la manera de cortar las alas a la participación
de los ciudadanos en la popular red social y altos funcionarios del
chavismo se pronunciaron a favor de regular las ideas y los mensajes
transmitidos a través de Internet.
"Este tema de las redes
sociales hay que regularlo -manifestó la fiscal general Luisa Ortega
Díaz en su programa de radio-. La conducta del hombre en sociedad tiene
que ser regulada." La fiscal advirtió que aun cuando su propuesta "no
busca coartar la libertad de expresión", la introducción de nuevas
regulaciones es necesaria para contener el uso de las redes sociales
para generar zozobra y lanzar campañas de desprestigio contra el
gobierno.
Ortega formuló los comentarios en medio de las acusaciones lanzadas por el chavismo de que los enemigos de la revolución bolivariana lanzaron una campaña de desinformación a través de las redes sociales sobre presuntos secuestros de chicos. El alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, atribuyó los rumores a J.J. Rendón, estratega político residente en Miami, a quien acusó de lanzar una "campaña psicológica" contra los venezolanos a través de las redes sociales. "Cuánta angustia están creando en madres venezolanas", dijo Rodríguez.
"Con esta nueva escalada en la guerra sucia instaurada por la derecha, están sellando el papel más vergonzoso que haya tenido un grupo político de la historia reciente de Venezuela", sentenció antes de solicitar una investigación de las cuentas de Twitter por las que la información fue difundida.
"Todas estas cuentas tienen que ser investigadas porque son las que de forma tradicional se utilizan para instaurar estas campañas repudiables", indicó el alcalde, al develar la más reciente conspiración presuntamente emprendida por la oposición para tratar de desestabilizar al régimen de Maduro.
Pero los observadores ven con mucho recelo los nuevos pronunciamientos del chavismo sobre el uso de las redes sociales, al advertir que acusaciones similares fueron esgrimidas antes de lanzar la denominada ley resorte, legislación que limitó seriamente el ejercicio periodístico en el país. Para los especialistas, el gobierno que instauró una virtual hegemonía comunicacional en el país ahora ve a las redes sociales como la última frontera a ser controlada.
"Hay un área que no han podido regular,
que donde ahora se entremeten, pero que aún no controlan, y ésa es el
área de las redes sociales", dijo en Miami el consultor de medios
digitales Fernando Núñez-Noda.
"Es el área donde los venezolanos aún se pueden expresar libremente, como debería ocurrir en toda sociedad democrática, y es un área a la que ellos [el chavismo] le vienen dando vueltas desde hace algún tiempo para ver cómo controlan, para ver cómo hacen, para ver cómo la censuran y para promover la autocensura entre los usuarios", aseveró.
Hasta el momento, los esfuerzos de Maduro por controlar Twitter han consistido en acusar de conspiradores a algunas de las personas con un alto perfil en la red social y encarcelarlos posteriormente.
Según datos del Instituto Prensa y Sociedad (IPyS), el gobierno encarceló a siete personas por hacer uso de la red social, incluido un joven de 26 años por subir en Twitter fotos del cadáver del asesinado dirigente chavista Robert Serra, y la ciberactivista Inés González, conocida como @inesitaterrible. González, conocida por su fuerte crítica hacia el gobierno, se encuentra encarcelada aún bajo cargos de delitos de instigación pública, ultraje violento y ultraje contra funcionario.
También el periodista Gerald Evans fue retenido por agentes del Servicio Boliviariano de Inteligencia Nacional (Sebin) por postear en su cuenta de la red social fotos de una estación de subte de Caracas repleta de usuarios que esperaban el restablecimiento del servicio de transporte. @Evansth_ tuiteó: "¿Saben las fotos que tuiteé hace rato? Bueno, guardias del Sebin me retuvieron tras eso. Luego de tomar las fotos, me llamaron". Los agentes le exigieron al periodista borrar las fotos. Evans lo hizo. Pero al salir, reportó en Twitter el incidente. "¿Y mi libre ejercicio a la información dónde queda? No lo hay. Las fotos no tienen algún mensaje «desestabilizador» o algo. Bueno...".
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