Publicado en "TotalMedios".-
La edición impresa de Clarín presentó un nuevo diseño con el objetivo de brindar una mejor experiencia de lectura, con más y mejores contenidos periodísticos. Ahora los lectores se encuentran con un diario más "blanco", con un tipo de letra original, de diseño exclusivo.
En tiempos de instantaneidad informativa en los medios electrónicos y de lectores con la atención fragmentada por el bombardeo de contenidos, el papel se consolida como el refugio de la lectura reflexiva, pausada y -en la medida que la actualidad lo permita- placentera.
Ahora los lectores se encuentran con un diario más "blanco", con un tipo de letra original, de diseño exclusivo, bautizado Clarín Var. Esa misma tipografía es la que también usa Clarín en su versión digital.
Esta etapa que comienza incluye también un regreso esperado. Después de 17 años sin publicar a sus personajes en los medios, la contratapa de Clarín recupera al inmenso talento de Maitena, una artista que desborda el humor para convertirse en una manera original de narrar una época, condición que distinguió y distingue a figuras inolvidables como Fontanarrosa, Caloi, Tabaré y Altuna, entre otros. Ellos convirtieron a la última página del diario en un clásico que acompaña la complicada vida cotidiana de millones de argentinos.
Además, la revalorización de la lectura en papel renueva la posibilidad de apreciar a notables ilustradores que encuentran en este soporte su mejor vidriera. En esa senda, y para acompañar a la tradicional columna de opinión y análisis político de los domingos, se suma el trazo único de Agustín Sciammarella, artista argentino que desde 1992 vive en España y colabora con el diario madrileño El País. Entre otras distinciones, Sciammarella fue premiado en 2001, 2003 y 2005 por la Sociedad de Diseño de Diarios de Nueva York (Society of Newspaper Design), tal vez el mayor reconocimiento en su ámbito.
El rediseño estuvo supervisado en cada uno de sus detalles por Antoni Cases, reconocido consultor catalán que trabaja junto a Clarín desde su modernización integral en los años '90.
A pesar de los pronósticos que desde hace décadas auguran la agonía y hasta la muerte de la lectura como modo de informarse, en detrimento de los formatos audiovisuales, la última encuesta mundial del Instituto Reuters confirmó este año que incluso los jóvenes de entre 18 y 24 años prefieren leer como principal ejercicio informativo.
Esa fue siempre la convicción en Clarín: respetar al lector y brindarle los mejores contenidos en los diferentes géneros informativos. Una vocación que lleva casi ochenta años y que hoy, desde la tradición mejor entendida, da un paso más hacia el futuro.
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