Por Miguel Wiñazki, en "Clarín"
Bajan los ingresos por publicidad tradicional, pero aumenta la rentabilidad del digital
Fortaleza. El edificio de The New York Times. Fue diseñado por el arquitecto Renzo Piano. Emana potencia.
La transformación está en marcha: se consolidan las ganancias del icónico The New York Times, tras una década, la primera del siglo XXI, en la que la crisis parecía sumirlo en un agujero negro y sin salida.
Según un informe difundido ayer, el sesgo alcista de las rentas fue generado durante el último trimestre de 2013 por las suscripciones a la versión online del diario.
Ese ascenso, motivado por la expansión del hábito de la lectura de
noticias por vía digital, compensó el descenso de ingresos por
publicidad, que se registro tanto en el diario impreso como en el
online. Es decir, empieza a tener rendimiento tangible el
sistema de pagos para acceder a las notas digitales, y empieza a decaer
el tradicional negocio de la publicidad como principal motor de la
economía de la industria periodística.
No se registra por cierto una baja espectacular ni dramática en la publicidad, ni un ascenso superlativo por las suscripciones digitales, pero la tendencia ya parece incontrastable. El negocio va asumiento un nuevo formato.
Durante el cuarto trimestre del año pasado, The New York Times ganó 65,6 millones de dólares solemente en concepto de suscripciones al diario digital. En el mismo período de 2012, se había registrado una ganancia de 178 millones de dólares, pero fue una cifra excepcional a la que se arribó tras computar los ingresos por la venta de una web destinada exclusivamente a los avisos clasificados en los que se ofrecen empleos.
Aún así, la venta de la web de clasificados exhibe otra de las facetas del negocio online. La venta de activos virtuales, una web en éste caso, era una operación impensada. Ahora es usual.
El número de suscriptores digitales de The New York Times, aumento de 640.000 hacia fines de 2012, a 760.000 a fines de 2013, lo que representa un crecimiento del 19%.
Los ingresos por publicidad en el diario impreso cayeron un 7% para el mismo período, y un 4% para la versión online del diario. El promedio de la baja en ingresos publicitarios oscila entonces el 6%. La circulación del impreso a la vez descendió un alrededor de un 4%.
La discusión sobre el futuro del negocio de la industria periodística, o de la posindustria periodística habida cuenta de sus nuevos soportes virtuales antes que literalmente industriales, transita ahora por nuevos andariveles, que en rigor de verdad no son nada nuevos.
Se trata de los contenidos. Los lectores online aumentan, pero ¿qué es lo que más les atrae?
Según el estudioso Noman Sims, “las condiciones medioambientales del periodismo han cambiado, pero el arte periodístico continúa siendo el mismo ”. Se trata de narrar historias reales.
Y el lenguaje es poderoso. Entonces, según esa línea de pensamiento, The New York Times es un éxito rentable en su versión digital, porque las historias que publican están bien escritas. Porque los relatos visuales de los videos que se exhiben son de alta calidad. Los lectores buscan mucha información, pero comprimida. A mayor cantidad de noticias publicadas, mayor la cantidad de lectores. Esa es la ecuación, y esa es la cuestión.
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