Por Francisco J.Triguero, en "ID News"
Recuerdo cuando vivía en Almería allá por el 2008, descubrí en Internet una red que se llamaba Neurona para profesionales,
que me llamó muchísimo la atención y en la que durante un tiempo fui
muy activo. Era entonces el año 2008. Una crisis económica y financiera
azotaba España y el Mundo entero, y por caprichos del destino, dejé
Internet y me olvidé de Neurona.
Con tantas horas libres al día, ya que estaba sin trabajo, volví a meterme en Internet y dicha red había sido absorbida por otra alemana llamada Xing,
donde conocí a una grandísima amiga que fue mi mentora en las redes
sociales, y de la que aprendí muchísimo, Sandra León Del Risco. Desde
entonces, he pasado por cientos de redes. He creado
cientos de perfiles. He abandonado otros cientos de redes y he dedicado
miles y miles de horas en estos 5 años a las redes sociales, donde he
conocido miles de personas de todo el mundo, y como todo en la vida, he
conocido de todo: desde lo mejor, hasta lo peor.
Durante mis primeros años en redes, y
dado que tengo amor por el comercio exterior, intenté centrarme en el
Marketing Internacional y escribí varios artículos sobre “Las redes sociales en el Comercio Exterior” que tuvieron gran acogida, incluso alguno fue portada en la Revista Empresa Exterior.
He llegado tarde a muchas de las redes sociales,
lo reconozco, e incluso reconozco que, en ocasiones, me veo que soy un
pardillo cuando veo a gente haciendo un trabajo brillante, y me entra
envidia, sana por supuesto, y me paso las horas analizando e intentando
aprender cómo han llegado donde han llegado. Y salvo en contadas
excepciones, he llegado a la conclusión de que ha sido a base de mucho trabajo bien hecho, sacrificio y esfuerzo constante,
que ellos, cuando son entrevistados, siempre dicen que lo han hecho sin
esfuerzo, con cariño y mucha ilusión. Pero la verdad es que no hay otra
fórmula, además de saber utilizar correctamente las redes sociales y
saber sacarles el máximo partido.
Hoy en día, como le pasará a millones de personas, no concebiría un mundo sin redes sociales,
por lo que me han aportado, y porque gracias a ellas aprendemos y
vivimos mucho más en mucho menos tiempo que antes. Es como si la vida
fuese a más revoluciones, experimentas más sensaciones a lo largo del
día: alegría, tristeza, emoción, gozo, felicidad, cabreo, tensión y
relajación.
No tengo muchos seguidores, porque nunca
he sido constante, a causa de mi TDAH no diagnosticado y de haber
dedicado más tiempo a que otros los consiguieran, pero sí que estoy de forma activa en más de 10 redes sociales, y de forma ocasional en más de 100.
En momentos, intenté separar mi perfil personal del profesional en Facebook, o en Twitter. Craso error. Ahora sé que mi presencia, personal y profesional, por poca que sea, dejan una huella única
en miles de personas, muchos de ellos ni los conoces, ni los conocerás,
pero puedes llegar a producir, en muchas ocasiones un antes y un
después en la vida de muchas personas, y esa satisfacción, compensa con
creces las horas que le dedicas. Y en no menos ocasiones, encuentras
personas que también son capaces de producir un antes y un después en tu
vida.
Hay mucho por descubrir en el tema de las redes sociales, que al fin y al cabo, es descubrir formas y maneras de interrelacionarnos unos con otros, y hay nuevas redes sociales que aún no conocemos y que pueden cambiar aún más nuestra manera de relacionarnos.
Pero de todo lo que conozco y he visto, echo en falta una cosa, y es un sistema universal de identificación social,
un perfil único, en el que actualizas tu información, que se
retroalimenta de tus actividades en las redes sociales, y que en función
de la red social a la que te conectes, tome exclusivamente la
información que le es estrictamente necesaria. Un sistema coordinado por una organización independiente de la política y de las corporaciones, que coordine y vele por la privacidad de los datos personales a nivel mundial, y que controle de esa manera el uso que de nuestra información hagan las distintas plataformas.
De esta manera, podríamos generar una biografía todo lo amplia o concisa que queramos sobre nuestra actividad personal, social y profesional
de los últimos años, de forma que pueda servirnos para encontrar
trabajo, o para escribir nuestra Biografía en un libro que dejemos para
la posteridad.
Nada es igual desde que llegaron las redes sociales, incluso 300 años después, y nada volverá a ser igual desde que las personas estamos conectadas con las personas.
Francisco J.Trigueros es fundador de TRIROM, Branding para Pymes y colaborador de los subgrupos Internacionalización y Marketing y Ventas de IDaccion en Linkedin.
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