Es posible que no tengas que volver a leer una noticia en su vida si dispone de una IA capaz de digerir toda la información de Internet y ofrecerte un resumen. Google y otras compañías están experimentando con lo que se denomina IA generativa, que crea nuevos contenidos a partir de datos anteriores.
Desde mayo, Google ha empezado a desplegar una nueva forma de búsqueda basada en la IA generativa, después de que los observadores del sector pusieran en duda el futuro protagonismo del gigante tecnológico en el suministro de información a los consumidores tras el auge del chatbot de OpenAI ChatGPT.
El producto, denominado Search Generative Experience (SGE), utiliza la IA para crear resúmenes en respuesta a algunas consultas de búsqueda, en función de si el sistema de Google determina que el formato sería útil. Estos resúmenes aparecen en la parte superior de la página de inicio de la búsqueda de Google, con enlaces para "profundizar", según la descripción general de Google de SGE.
Si los editores quieren evitar que su contenido sea utilizado por la IA de Google para ayudar a generar esos resúmenes, deben utilizar la misma herramienta que también impediría que aparecieran en los resultados de búsqueda de Google, haciéndolos prácticamente invisibles en la web.
La búsqueda de "¿Quién es Jon Fosse?", reciente Premio Nobel de Literatura, por ejemplo, genera tres párrafos sobre el escritor y su obra. Los botones desplegables ofrecen enlaces a contenidos sobre Fosse en Wikipedia, NPR, The New York Times y otros sitios web, mientras que a la derecha del resumen aparecen enlaces adicionales.
Google afirma que los resúmenes generados por la IA se sintetizan a partir de múltiples páginas web y que los enlaces están diseñados para servir de punto de partida para obtener más información. Google describe el SGE como un experimento opcional para que los usuarios le ayuden a evolucionar y mejorar el producto, a la vez que incorpora los comentarios de los editores de noticias y otros interesados.
Para los editores, la nueva herramienta de búsqueda es la última señal de alarma en una relación de décadas en la que han luchado por competir con Google en la publicidad en línea y han dependido del gigante tecnológico para el tráfico de búsqueda.
El producto, aún en fase de desarrollo y ya disponible en Estados Unidos, India y Japón, suscita preocupación entre los editores, que tratan de encontrar su lugar en un mundo en el que la IA podría dominar la forma en que los usuarios encuentran y pagan por la información, según cuatro grandes editores que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato para no complicar las negociaciones en curso con Google.
Esas preocupaciones se refieren al tráfico web, a si se acreditará a los editores como fuente de la información que aparece en los resúmenes de SGE y a la exactitud de esos resúmenes, dicen esos editores. Y lo que es más importante, los editores quieren que se les compense por el contenido con el que Google y otras empresas de IA entrenan sus herramientas, un importante punto de fricción.
Un portavoz de Google se pronunció al respecto: "A medida que introducimos la IA generativa en la Búsqueda, seguimos dando prioridad a los enfoques que envían tráfico valioso a una amplia gama de creadores, incluidos los editores de noticias, para apoyar una web sana y abierta".
En cuanto a la compensación, Google afirma que está trabajando para comprender mejor el modelo de negocio de las aplicaciones de IA generativa y obtener información de editores y otros interesados.
A finales de septiembre, Google anunció una nueva herramienta, denominada Google-Extended, que ofrece a los editores la posibilidad de impedir que Google utilice sus contenidos para entrenar sus modelos de IA.
Según Danielle Coffey, presidenta y directora ejecutiva de News Media Alliance, un grupo comercial del sector que ha estado presionando al Congreso sobre estas cuestiones, dar a los editores la opción de no ser rastreados para la IA es un "gesto de buena fe".
Asimismo, agregó que "es una incógnita si seguirán los pagos y hasta qué punto hay apertura para tener un intercambio de valor más sano".
Los editores quieren clics para asegurarse anunciantes, y aparecer en la búsqueda de Google es clave para su negocio. Más alarmante es la posibilidad de que los internautas eviten hacer clic en cualquiera de los enlaces si el pasaje de SGE satisface la necesidad de información de los usuarios.
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