Editorial I (La Nación) El uso desaprensivo de Facebook y Twitter por parte de nuestros más altos dirigentes sólo redunda en situaciones de desprestigio internacional para el país Internet y las redes sociales vienen impactando de manera innegable e inimaginable en la sociedad global. Su presencia, además, se impone de una manera tan rápida y ubicua, sus textos y contenidos se "viralizan" de forma tan exponencial, que resulta difícil muchas veces para cualquier usuario no dejarse arrastrar por ese encantamiento que propone la modernidad y por el hecho mismo de estar "a la vanguardia". Sin embargo, sabemos que toda empresa humana tiene sus pros y sus contras, y ése es también el caso de los cambios que conllevan el uso y el abuso de las redes sociales. Tanto que hay ya mucha publicación advirtiendo sobre cómo deben ser usadas inteligentemente. Por ejemplo, manuales sobre cómo expresarse de la mejor manera en 140 caracteres sin tran