Preocupación diplomática.Teresita Dussart reveló contradicciones entre los custodios de Nisman y fue hostigada por los medios oficialistas.
La embajada de Bélgica en Buenos Aires tomó
contacto con la Cancillería para transmitir el pedido de protección
consular que realizó la periodista belgoespañola Teresita Dussart,
preocupada por el hostigamiento que sufrió de parte de medios
oficialistas.
Dussart fue quien reveló en su blog personal las
contradicciones de los custodios de Alberto Nisman en las declaraciones
que efectuaron ante la justicia tras la muerte del fiscal especial para
la AMIA. Enseguida, desde la prensa oficialista, la trataron de “espía”,
“mercenaria” de los servicios de inteligencia, la CIA y el Mossad. En
resumen, un cóctel que resulta conocido para los periodistas que
trabajan en la prensa crítica con temas sensibles de política.
La
periodista se sintió amenazada por la andanada en su contra y pidió
protección consular en la embajada belga y en la española, pero fue
Bruselas la que corrió en su apoyo.
Aunque en las redes sociales
se difundió que el embajador belga había ido personalmente al Palacio
San Martín para plantear el asunto, ante la consulta de Clarín, el
propio Patrick Renault lo desmintió, pero admitió que desde su embajada
habían utilizado los “canales diplomáticos habituales” para transmitir
al Ministerio de Relaciones Exteriores la preocupación de Dussart y
pedir por su seguridad.
Dussart, que trabajó como corresponsal en
Moscú y Zurich, entre otros destinos escribe también para La Libre
Belgique desde Buenos Aires. En su blog Relacionesinternacionales.co
también reveló el 24 de enero pasado que el custodio Rubén Benítez,
quien conocía a Nisman desde hacía 15 años y también cumplía tareas para
él como chofer, entró al departamento del fiscal el sábado 17 – un día
antes de su muerte. Nisman le pidió que el lunes 19 le comprara una
pistola calibre 22. El fiscal apareció muerto el domingo 18.
Tras
las revelaciones de Dussart sobre las contradicciones de los custodios
de Nisman, varios medios le hicieron entrevistas. Pero otros como Página
12 escribieron “Otro personaje insólito entra en escena” y, en tono
irónico, vinculó su trabajo a Kroll y Geos International, “una empresa
de seguridad internacional con oficinas en 50 países”. A Kroll la
calificó como “la CIA de Wall Street”. Dussart confirmó a Clarín que
trabajó hace diez años para ellos, pero que nada tienen que ver hoy con
su trabajo de periodista. “Por eso está normalmente en la biografía de
mi blog”, dijo.
Pero con quien Dussart más problemas dice haber tenido es con Juan José Salinas.
En
una nota en la que se preguntaba ¿Quién es Teresita Dussart?, Salinas
dice que hace un año la había denunciado “por ser, claramente, una
agente de alguno (o varios) servicios secretos extranjeros de esos que
tenían absolutamente colonizada la Secretaría de Inteligencia (por lo no
cabe más que apoyar con entusiasmo las medidas que tomó, más vale tarde
que nunca, la Presidenta) y están ahora furiosos y dispuestos a todo”.
La tilda de “energuménica (sic) que odia a Cristina de una manera
irracional”.
Dussart también recuerda que la agencia militante
Paco Urondo afirmó de ella que estaba aquí para desestabilizar al
Gobierno. Y que Salinas, por ejemplo, “lanzó la frase ‘estamos bajo
fuego’, lo cual implica repeler al enemigo”.
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