El actual director ejecutivo de la red social Twitter, Elon Musk, ha anunciado este jueves la contratación de una nueva consejera delegada, que tomará las riendas de la compañía en un plazo de seis semanas. Fiel a su costumbre de generar expectativas y jugar con el factor sorpresa, lo que se traduce en tráfico, no ha identificado a la ejecutiva que le relevará al frente de la empresa, aunque según el diario The New York Times, que cita a dos personas con conocimiento del caso, se trata de Linda Yaccarino, responsable de publicidad global y alianzas de la empresa de medios NBCUniversal.
“Emocionado de anunciar que he contratado a un nuevo CEO [siglas en inglés de consejero delegado] para Twitter. ¡Comenzará en aproximadamente seis semanas!”, ha anunciado en su perfil oficial de la mencionada red social, con los habituales signos de exclamación que en el protocolo virtual denotan, entre otras cosas, entusiasmo.
Asimismo, el empresario ha detallado que, una vez comience el desempeño de la nueva directiva, él pasará a ejercer como “presidente ejecutivo y director de tecnología” a cargo de la “supervisión de productos, software y sysops”. El magnate ya adelantó en noviembre que esperaba reducir paulatinamente su presencia en Twitter, aunque desde entonces no ha proporcionado pistas sobre la identidad o el perfil de quien iba a sucederle.
Musk, consejero delegado del fabricante de coches eléctricos Tesla y la empresa espacial SpaceX, completó a finales de octubre la compra de Twitter por un valor de 44.000 millones de dólares y confirmó el despido de los principales directivos de la empresa, entre ellos el anterior CEO, Parag Agrawal, además de acometer ajustes masivos de personal.
Desde que anunció su entrada en la red social, Musk viene siendo blanco de las críticas por sus bruscos cambios de política y por el descuido de sus otros negocios. La nueva consejera delegada tendrá que lidiar con el éxodo de anunciantes y un plan de servicios de suscripción tambaleante, sujeto a tornadizos anuncios por parte del empresario. Musk también ha reducido la moderación de contenidos de la empresa. El aterrizaje del polémico Tucker Carlson en la red, donde tendrá un programa, alimenta la inquietud sobre el papel que Twitter pueda desempeñar desde el punto de vista informativo -o desinformativo- de cara a las próximas elecciones de 2024. El empresario de origen surafricano, que se presenta como un “absolutista de la libertad de expresión”, ha reiterado que se hizo con el control de Twitter para evitar que la plataforma se convirtiera en un altavoz del odio y la división. También anunció que “derrotaría” a los bots de spam, un asunto clave, y en teoría irresuelto, en sus negociaciones para la adquisición de la compañía
En un ejercicio de supuesta democracia participativa, Musk preguntó a sus seguidores de Twitter en diciembre si debía dimitir como consejero delegado, y el 57,5% dijo que sí. No movió ficha, aunque sí adelantó su intención de hacerse a un lado. Su abrupta entrada en Twitter ocasionó también como rebote la caída en picado de Tesla, debida también a otros factores intrínsecos del sector, por lo que el anuncio del relevo en la cúpula de Twitter ha tenido como consecuencia una subida del 2,4% de las acciones del fabricante de coches eléctricos. La inquietud de los accionistas de Tesla, atizada por el comportamiento volátil de Musk, parece haberse calmado al menos momentáneamente con la noticia de Twitter, dado el sistema de vasos comunicantes que al menos ante la opinión pública presentan sus empresas.
Comentarios
Publicar un comentario