UpDate Semanal, de "Revista Imagen"
Jefe de Gabinete Capitanich: con una ex Llorente y Burson para
hacer una verdadera "revolución"
comunicacional
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Fue toda una señal: el primer día de gestión,
el flamante jefe de Gabinete argentino, Jorge Milton Capitanich, ofreció una
suerte de conferencia de prensa a primera hora del día, y la primera pregunta la
disparó la movilera de Radio Mitre, la emisora del “odiado” grupo Clarín. Desde
entonces no hubo día que no se prestó a preguntas del periodismo en lo que
pareciera ser el mayor cambio en la hasta ahora hermética, discriminatoria y muy
criticada política comunicacional del gobierno argentino de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner.
Detrás de esta verdadera “revolución
comunicacional”
no solo está el propio Capitanich, que demuestra ser un buen
vocero para un gobierno al borde de una grave crisis económica, sino un equipo
de comunicadores nuevos: la Jefatura de Gabinete de Ministros, dirigida ahora
por Capitanich, incorporó como vocera a Verónica Lara, que acababa de pasarse de
Burson-Marsteller a Llorente & Cuenca para dirigir la práctica de Asuntos
Públicos de la filial argentina de esa consultora de origen español.
El formato de conferencia de prensa “informal”
que eligió Capitanich prometiendo repetirlas todas las mañanas, permite al
funcionario dejar que los periodistas generen su propio “caos” y en ese desorden
responder sólo lo que en ese momento le interesa a la agenda del gobierno, lo
que en el ámbito periodístico argentino se conoce como “la Gran Corach”. Ese
sistema se bautizó así en honor al mediático ministro del Interior de Carlos
Menem, Carlos Corach, que sostenía esas desordenadas tenidas de prensa en la
puerta de su casa todas las mañanas: dejaba que los periodistas se superpusieran
con sus preguntas para “hacer de cuenta” que contestaba aun cuando ni se
preguntaba lo que él estaba declarando para imponer agenda en los
medios.
Capitanich no solo promete un nuevo estilo, de
mayor diálogo con los medios críticos, sino también convertirse en principal
fuente de información de un gobierno que hasta ahora se venía destacando por
dificultar el acceso a la información y demostrar favoritismo absoluto por los
medios oficialistas. Lara declinó hacer declaraciones pero se espera que arme un
importante equipo para acompañar a un ministro que será un jefe de Gabinete
real, luego de la deslucida gestión de Juan Manuel Abal Medina. Capitanich,
además de llevar sobre sus espaldas la suerte del gobierno en evitar una crisis
económica, tiene aspiraciones presidenciales, estiman analistas.
Lara ya había sido vocera del Ministerio de
Economía con el ahora renunciado Hernán Lorenzino y antes con el ahora
vicepresidente Amado Boudou. Es egresada de Relaciones Públicas de la
Universidad Kennedy y tiene un master en Comunicación de la Universidad
Complutense de Madrid y cuenta con un posgrado en la Universidad de San Andrés
sobre la gestión de ONG.
Otro cambio relevante se produjo en el Banco
Central. Eduardo De Simone se marchó con la gestión de Mercedes Marcó del Pont,
y el nuevo presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, llevó a su director de
comunicación, el ex La Nación José Luis Olivero, que es uno de los voceros del
gobierno con mayor experiencia. El otro cargo clave, el del ministro de Economía
Axel Kicillof, incorporó a Jessica Rey, una “pingüina” (por su origen de
coordinadora de comunicación de la Casa de Santa Cruz en Buenos
Aires.
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