Por Santiago Dóménech, en "DirComfidencial".-
Es el trabajo más fácil y difícil del mundo. Así describe Benito Pérez Barbadillo (Jerez, 1967) su labor al frente de la comunicación del mejor tenista español de todos los tiempos.
El jefe de prensa de Rafa Nadal comienza su trayectoria profesional en el gabinete de prensa del Circuito de Jerez, donde acabaría dirigiendo su comunicación. Más adelante, en 1996, da el salto a la ATP como director de relaciones públicas en Europa y Latinoamérica, donde crearía un programa para que medios de comunicación y patrocinadores tuvieran fácil acceso a los jugadores.
En 2006 empieza a gestionar la comunicación del tenista con más Grand Slams de la historia, tras aceptar la oferta de Carlos Costa, mánager de Nadal y cofundador de la academia de Manacor. Pérez Barbadillo ha compaginado la gestión de la comunicación de Nadal -tarea que le ocupa la mayor parte de su jornada laboral- con la de otros tenistas como Novak Djokovic, Juan Martín del Potro, Dominic Thiem o Caroline García o de la marca de café Lavazza, uno de los mayores patrocinadores del tenis. Lo hace a través de su consultora B1PR Sarl, ubicada en Mónaco.
Pérez Barbadillo se encarga de coordinar y supervisar todas las piezas del engranaje de la comunicación de Nadal. Está en permanente contacto con el tenista, su manager Carlos Costa, su entrenador Carlos Moyá o la Academia Rafa Nadal. Además, gestiona algunos contenidos de sus redes sociales con la máxima de no anunciar novedades por este canal sin que previamente se haya informado a la prensa. “La prensa es amiga y tenemos un gran respeto por su trabajo”.
El jefe de prensa de Nadal explica que una de las particularidades de este trabajo es que “el cliente te quiere ver directamente a ti, por la experiencia, contactos, conocimiento, por lo que no puedo trabajar simultáneamente con muchos clientes”.
Señala que su trabajo con Nadal es fácil, por un lado, porque, “al contrario que otros directores de comunicación, que tienen que contactar con los medios y ofrecerles unos pitches atractivos para que se hagan eco de ello, en el caso de Nadal es lo contrario. La gente quiere hablar con Rafa automáticamente, todo el mundo tiene interés en él”. Sin embargo, esta virtud también origina una dificultad: “la de decidir a qué medios se debe atender y a cuáles no, evitando que alguno se enfade”. El jefe de prensa reconoce que “esto genera a veces problemas con periodistas o, mejor dicho, con los jefes de los periodistas”.
Pérez Barbadillo afirma que los criterios predominantes para determinar a qué medios de comunicación conviene prestar especial atención son el temático –los medios deportivos cobran más relevancia que los generalistas– y el geográfico. Sobre este último, el jefe de prensa comenta que “a los medios españoles se le tiene una deferencia mayor, aunque nunca de exclusividad” y que los medios mallorquines son primordiales. “La televisión de Mallorca es para nosotros más importante que la CNN”, subraya. Además, los periodistas que viajan con Nadal a los torneos tienen mayor preferencia, independientemente del alcance de su medio de comunicación.
La estrategia de comunicación de Nadal, suscrita por el propio tenista, contempla atender a los medios como gesto de gratitud a los periodistas. Pérez Barbadillo relata que el día después de la victoria del último Roland Garrós celebrado en junio, “cuando el mundo entero se quiere poner en contacto con Rafa y hubo mucha pelea entre periodistas”, el tenista estuvo cinco horas y media respondiendo preguntas de medios nacionales e internacionales. Esta actitud, opina el jefe de prensa, no suele ser habitual en otros deportistas. De hecho, sorprendió a los propios informadores como Juanma Castaño de COPE, que viajó ese día a Paris para entrevistarle y «no se podía creer la situación cuando vio al mundo entero ahí”.
El jefe de prensa asegura que es “imposible” escoger los mejores momentos de su trayectoria al lado de Nadal. Sí que reconoce que “lo peor son las acusaciones de crisis, mentiras y presiones. Las acusaciones falsas es lo que más duele pero a nivel de comunicación es donde más disfrutas trabajando”. Eso sí, en esos momentos delicados “sale lo mejor de Rafa”, como por ejemplo el que protagonizó una ministra francesa que le acusó en 2016 de doparse. Fue condenada por difamación.
Pérez Barbadilla no contempla un futuro alejado del tenis. Afirma que quiere seguir consiguiendo sponsors a este deporte que le ha marcado su vida profesional y personal.
Comentarios
Publicar un comentario