Publicado en Urbol Comunicación.
La utilización de las redes sociales por parte de los empleados en
horas laborales ha generado diversidad de posturas y por supuesto las
más críticas vienen de parte de algunos empresarios, quienes aún no
logran entender cuáles son los beneficios de la incursión en este tipo
de redes.
Me sorprendo al enterarme de la cantidad de situaciones que se presentan a diario, como ejemplo: empleados que antes cumplían con su labor, y paralelamente chequeaban redes sociales un par de veces al día; hoy han sido completamente censurados. Al punto de que los responsables de la firma deciden cambiar configuraciones en los servidores para prohibir accesos y realizar vigilancias extremas.
Hay profesionales y agencias especializadas, que se han dedicado a estudiar y analizar este fenómeno. Una de ellas es la KPMG*, que ha publicado una encuesta mundial, titulada “Going Social: cómo las empresas están haciendo lo máximo en los medios sociales”. Dicho estudio se basa en una muestra de 1.850 directivos y más de 2.000 empleados en 10 países diferentes.
El estudio muestra que el uso de las redes sociales en las empresas tiende a ser beneficioso para ellas. El primer dato que resalta es el incremento en la productividad de la empresa Es simple. Mientras que un empleado está trabajando, al momento de utilizar ya sea su Facebook o Twitter, lo más probable es que esté haciendo referencia a la empresa, a la marca, a lo que está haciendo justo en ese momento, con lo cual se tiende a difundir mensajes positivos sobre la empresa, expandiendo la red de contactos y por ende generando ganancias de productividad. Hay presencia de marca en las redes! Sus amigos, sus conocidos, sus colegas, estarán al tanto de lo que sucede y lo más probable es que repitan, compartan, retwiteen.
Otro aspecto no menos importante es el nivel de satisfacción de los empleados. Este bienestar es notoriamente mayor en las empresas que permiten el acceso a las redes sociales que aquellos en los que no se lo permite. El empleado trabaja más relajado, logrando un clima laboral más favorable incluyendo la mejoría del bienestar laboral de sus empleados.
Si bien me parece positivo seguir esta línea de trabajo como
estrategia, creo que debe existir una política de control, basada en el
diálogo, la capacitación constante, a fin de lograr que los empleados
transmitan mensajes de carácter positivo. Por supuesto, sin convertir
dicho control en una censura, ya que lo único que puede generar es un
malestar corporativo difícil de revertir.
Apliquemos la teoría comprobada que sostiene: los empleados felices generan mayores ganancias!
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