Tiendas virtuales, compra por
móvil, Big Data y recomendaciones online, las tendencias a tener en
cuenta durante los próximos años.
El marketing online está revolucionando la forma en que se comercializan productos y servicios, eso ya lo sabemos. Pero, ¿cómo evolucionará de aquí en adelante? Compras con dispositivos móviles, ubicuidad, nuevos sistemas de medición y mayor volumen de información serán algunos de los factores que definirán el futuro del consumo a través de la web.
1. Las tiendas virtuales tendrán tanto alcance como las tiendas físicas
Así como en los últimos tiempos cambiaron las formas de comunicarse o de trabajar, la experiencia de compra también está cambiando. Cada día son más las personas que adquieren productos por Internet, y las empresas deben facilitar esta forma de acceder a sus servicios. Según un informe de CNN, en este momento se crean 16 empresas relacionadas con Internet cada hora. No sería extraño entonces que en algunos años las ventas virtuales sean tan habituales como las compras en negocios físicos. Además, el universo online impacta sobre la toma de decisiones de los consumidores, en un fenómeno conocido como “investigación online, compra offline”. Según datos de Google, el 84% de los navegantes utiliza recursos web para informarse antes de adquirir un producto o un servicio.
Otras de las claves está en el Social Shopping. Nos referimos a las aplicaciones para redes sociales que permiten explorar productos, consultar precios y realizar pedidos en línea. La gran ventaja consiste en la posibilidad de que los usuarios indiquen sus gustos y los compartan con sus contactos. Las recomendaciones directas siempre han sido un pilar fundamental para el éxito de cualquier producto, y solían quedar fuera del alcance de la publicidad. Ahora, el universo de la comunicación en línea permite alentar y monitorear esta práctica.
2. Los consumidores comprarán cada vez más desde su móvil
El Social Shopping se convertirá además en Mobile Shopping. Según un informe de IDC, el número de usuarios que ingresan a Internet desde dispositivos móviles creció un 16,6% cada año desde 2010, y seguirá incrementándose al mismo ritmo hasta 2015. Esto quiere decir que, en un lapso de tres años, será mayor la cantidad de usuarios que accedan a la web desde teléfonos y tabletas que los que lo hagan desde ordenadores.
En este contexto, herramientas como Google Wallet, Paypal Móvil o tPago ayudarán a convertir a los dispositivos móviles en verdaderas “billeteras virtuales”, a través de las cuales los consumidores tendrán la capacidad para realizar pagos y compras online sin importar el lugar en el que estén. Esto también planteará nuevos desafíos en términos de atención al cliente: las empresas recibirán consultas a todo momento, y deberán poder dar una respuesta inmediata a las necesidades de los usuarios.
3. El análisis de la Big Data reemplazará a la estadística tradicional
La forma de obtener información también se está modificando radicalmente a partir del auge de las redes sociales y del contenido generado por los usuarios. Hoy, la web da la posibilidad de acceder a un caudal de contenidos inédito que es necesario procesar: millones de datos mínimos, como los comentarios o clics en botones como “me gusta”. Esta información es masiva y espontánea; correctamente analizada, puede ponernos frente a una forma de conocer el mercado mucho más exacta que la que puede surgir, por ejemplo, de una encuesta.
En los próximos años esta forma de obtener información seguramente remplace en muchos aspectos a la estadística tradicional. Los perfiles de usuarios ya no estarán basados en características demográficas, sino que serán mucho más personales. De este modo, será más fácil ofrecer a cada consumidor un producto afín a los que suele elegir. Esto vale tanto para estudios de mercado como para medir el éxito de las campañas.
4. El marketing en Internet ganará peso frente a la publicidad tradicional
Las recomendaciones online de otros consumidores son cada vez más importantes en la definición de las decisiones de compra de los usuarios. Según un estudio de Cone Communications, el 89% de los navegantes creen que los canales online son confiables a la hora de buscar opiniones de otras personas sobre productos y servicios. Además, la investigación revela que cuatro de cada cinco internautas cambian su opinión sobre sus compras en caso de encontrar reseñas negativas en la red.
Lo cierto es que los medios de publicidad tradicional están perdiendo poder de persuasión ante el avance de las herramientas en línea. El modelo comunicacional del broadcasting, en el que un solo emisor le habla a múltiples receptores, está comenzando a quedar atrás para ser remplazado por un nuevo paradigma de interacción de múltiples vías, en el que todos tienen la capacidad para producir discursos. Incluso la televisión está cambiando y, de la mano de las tecnologías digitales, avanza hacia un modelo en el cual la distribución de contenidos es cada vez más personalizada.
La evolución de Internet es constante. En 5 años, el mundo se da vuelta, y hay que estar siempre atento a los últimos avances. Muy pronto, perder a los clientes que están en la red será equivalente a perder a casi todos los clientes. En este contexto, saber interpretar las nuevas tendencias de consumo digital y adaptarse a ellas será un requisito indispensable para el éxito.
El marketing online está revolucionando la forma en que se comercializan productos y servicios, eso ya lo sabemos. Pero, ¿cómo evolucionará de aquí en adelante? Compras con dispositivos móviles, ubicuidad, nuevos sistemas de medición y mayor volumen de información serán algunos de los factores que definirán el futuro del consumo a través de la web.
1. Las tiendas virtuales tendrán tanto alcance como las tiendas físicas
Así como en los últimos tiempos cambiaron las formas de comunicarse o de trabajar, la experiencia de compra también está cambiando. Cada día son más las personas que adquieren productos por Internet, y las empresas deben facilitar esta forma de acceder a sus servicios. Según un informe de CNN, en este momento se crean 16 empresas relacionadas con Internet cada hora. No sería extraño entonces que en algunos años las ventas virtuales sean tan habituales como las compras en negocios físicos. Además, el universo online impacta sobre la toma de decisiones de los consumidores, en un fenómeno conocido como “investigación online, compra offline”. Según datos de Google, el 84% de los navegantes utiliza recursos web para informarse antes de adquirir un producto o un servicio.
Otras de las claves está en el Social Shopping. Nos referimos a las aplicaciones para redes sociales que permiten explorar productos, consultar precios y realizar pedidos en línea. La gran ventaja consiste en la posibilidad de que los usuarios indiquen sus gustos y los compartan con sus contactos. Las recomendaciones directas siempre han sido un pilar fundamental para el éxito de cualquier producto, y solían quedar fuera del alcance de la publicidad. Ahora, el universo de la comunicación en línea permite alentar y monitorear esta práctica.
2. Los consumidores comprarán cada vez más desde su móvil
El Social Shopping se convertirá además en Mobile Shopping. Según un informe de IDC, el número de usuarios que ingresan a Internet desde dispositivos móviles creció un 16,6% cada año desde 2010, y seguirá incrementándose al mismo ritmo hasta 2015. Esto quiere decir que, en un lapso de tres años, será mayor la cantidad de usuarios que accedan a la web desde teléfonos y tabletas que los que lo hagan desde ordenadores.
En este contexto, herramientas como Google Wallet, Paypal Móvil o tPago ayudarán a convertir a los dispositivos móviles en verdaderas “billeteras virtuales”, a través de las cuales los consumidores tendrán la capacidad para realizar pagos y compras online sin importar el lugar en el que estén. Esto también planteará nuevos desafíos en términos de atención al cliente: las empresas recibirán consultas a todo momento, y deberán poder dar una respuesta inmediata a las necesidades de los usuarios.
3. El análisis de la Big Data reemplazará a la estadística tradicional
La forma de obtener información también se está modificando radicalmente a partir del auge de las redes sociales y del contenido generado por los usuarios. Hoy, la web da la posibilidad de acceder a un caudal de contenidos inédito que es necesario procesar: millones de datos mínimos, como los comentarios o clics en botones como “me gusta”. Esta información es masiva y espontánea; correctamente analizada, puede ponernos frente a una forma de conocer el mercado mucho más exacta que la que puede surgir, por ejemplo, de una encuesta.
En los próximos años esta forma de obtener información seguramente remplace en muchos aspectos a la estadística tradicional. Los perfiles de usuarios ya no estarán basados en características demográficas, sino que serán mucho más personales. De este modo, será más fácil ofrecer a cada consumidor un producto afín a los que suele elegir. Esto vale tanto para estudios de mercado como para medir el éxito de las campañas.
4. El marketing en Internet ganará peso frente a la publicidad tradicional
Las recomendaciones online de otros consumidores son cada vez más importantes en la definición de las decisiones de compra de los usuarios. Según un estudio de Cone Communications, el 89% de los navegantes creen que los canales online son confiables a la hora de buscar opiniones de otras personas sobre productos y servicios. Además, la investigación revela que cuatro de cada cinco internautas cambian su opinión sobre sus compras en caso de encontrar reseñas negativas en la red.
Lo cierto es que los medios de publicidad tradicional están perdiendo poder de persuasión ante el avance de las herramientas en línea. El modelo comunicacional del broadcasting, en el que un solo emisor le habla a múltiples receptores, está comenzando a quedar atrás para ser remplazado por un nuevo paradigma de interacción de múltiples vías, en el que todos tienen la capacidad para producir discursos. Incluso la televisión está cambiando y, de la mano de las tecnologías digitales, avanza hacia un modelo en el cual la distribución de contenidos es cada vez más personalizada.
La evolución de Internet es constante. En 5 años, el mundo se da vuelta, y hay que estar siempre atento a los últimos avances. Muy pronto, perder a los clientes que están en la red será equivalente a perder a casi todos los clientes. En este contexto, saber interpretar las nuevas tendencias de consumo digital y adaptarse a ellas será un requisito indispensable para el éxito.
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