por María Azorín , publicado en "Retrazos Blog"
No eres tú, es tu ortografíaAnónimo
La
moda del “Ola k aseee” ha puesto de manifiesto el enorme problema que
muchos tienen con la ortografía en este país. Y no sólo en este. También
al otro lado del charco. Las nuevas tecnologías, Internet y las redes
sociales hacen que nuestros contenidos perduren en el tiempo y puedan
ser vistos por cualquier persona, en cualquier momento y lugar del
mundo.
Poner sólo al final los símbolos de exclamación, olvidarte de las tildes o, lo que es peor, cometer errores ortográficos capitales no sólo te costará un unfollow, también te habrá costado un cliente.
Escribir correctamente es algo que debería intentar hacer todo el mundo. Pero, en ocasiones, hasta personas con una gran preparación académica cometen errores que dañan la vista. Se entiende que el community manager de tu empresa tiene esa mínima formación para no cometer errores de escritura, pero muchas veces las faltas ortográficas ocurren sin que te des cuenta.
Los más comunes errores ortográficos en redes sociales son confundir la b con la v, la y con la ll o tener ausencia de tildes. No tiene nada que ver, por ejemplo, hablar de un “término”, decir “termino esta tarea y voy” o asegurar que “el partido ya terminó”.
Los errores que aquí os detallamos chirrían tanto que podrían cargarse tu marca. Para no tener faltas lo mejor es leer mucho, pero si tienes dudas, consulta siempre un buen diccionario. Lo mejor que puedes consultar online es el Diccionario Panhispánico de dudas de la RAE o la sección de consultas de la Fundación del Español Urgente.
1. Haber y a ver
Se pronuncian igual, sí, pero no tienen nada que ver. ¡A ver si nos aclaramos!
Haber,
con h, es un infinitivo que no debe confundirse con la expresión “a
ver”, constituida por la preposición “a” y el infinitivo de ver.
Haber procede del latín, del verbo habere, que significa tener:
- Tiene que haber un acuerdo entre los dos principales partidos políticos.
- No tiene por qué haber motivo de alarma. Facebook ya ha encontrado el fallo de seguridad.
A ver puede sustituirse muchas veces por veamos, lo que indica su relación con el verbo “ver” y no con “haber”:
- A ver si te atreves y se lo dices a la cara.
- A ver dónde encuentro yo esa información.
2. Hay, ay, ahí
“Hay una tienda muy grande justo ahí, detrás de ese edificio. Pero ¡ay! Se me olvidaba decirte que no abren hasta las cinco de la tarde”.
Hay proviene del verbo haber y se utiliza para expresar existencia o presencia:
- ¿Hay spa en el hotel al que vamos?
- Hay un supermercado supermercados justo debajo de casa.
Ay es una interjección que se utiliza para expresar estado de ánimo:
- Sorpresa: ¡Ay! Si no te había visto.
- Dolor/Pena: ¡Ay, qué daño! ¡Ay, pobre de mí!
Ahí es un adverbio que se utiliza para indicar un lugar:
- Te dejé las llaves ahí, encima de la mesa.
- Ahí tienes tu recibo, en el monedero.
3. Por qué, porque y porqué
“No entiendo el porqué de la mala escritura. ¿Por qué la gente no revisa lo que escribe? Será porque apenas tiene tiempo”.
Por qué es la unión de la preposición por y el adjetivo interrogativo o exclamativo qué:
- ¿Por qué quieres mejorar tu web?
- ¿Por qué decidiste posponer la reunión?
Porque es una conjunción que indica causa o razón:
- Mejoré mi web porque quería incrementar mis ventas.
- Pospuse la reunión porque tenía una comida familiar.
Porqué es un sustantivo masculino que también significa causa o motivo y que siempre va precedido de un determinante:
- No entiendo el porqué de este diseño.
- Quiero saber con exactitud el porqué de tu viaje.
4. Halla, allá y haya
En resumen, y valga como regla, halla es de encontrar, haya de haber y allá de lugar:
- Espero que haya muchos clientes este mes/ Espero que el niño haya hecho sus deberes.
- Puedes encontrar la lasaña allá, en la cámara frigorífica.
- Siempre halla una fórmula para incrementar las ventas.
5. Sino, si no
Sino
puede utilizarse como sustantivo, para expresar “fatalidad o destino”
(¿Qué extraño sino nos depara?) O puede utilizarse como conjunción
adversativa para contraponer algo afirmo a otra cosa negativa expresada
antes:
- No me refiero a este diseño, sino al que me has enseñado antes.
- No redactó un texto, sino cientos.
Si no, separado, es una conjunción condicional:
- Si no lees nada no escribirás mejor.
- Negocia el precio si no quieres perderme como cliente.
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