La información de calidad tiene un precio y los lectores de Mediapart
lo saben. Quizás por ello el sitio online francés ha llegado a los
cinco años de vida con el terreno parejo y una credibilidad que crece
día a día. Apuesta por la investigación y el contenido propio. No tiene
publicidad y para acceder a sus historias hay que pagar 9 euros al mes.
De cero suscriptores han pasado a 70,000. Hace cinco años nadie creía
que este modelo funcionaría. Mediapart es un buen ejemplo de cómo el
buen contenido sí entusiasma a los lectores y los motiva a pagar. En la
redacción hay menos de 30 periodistas asalariados, una decena de
colaboradores externos y unas 15 personas de marketing. Thomas Cantaloube,
reportero coordinador del sitio web, reconoce que no puede competir con
una gran redacción, pero el equipo trata de cubrir lo que otros no
cubren o de hacerlo de una manera diferente. Alejados del periodismo de
‘declaracionitis’ no van tras la frase de los políticos para citarlas
una tras otra. Prefieren investigar. Al mes posiblemente tengan un gran
artículo, lo que los hace ‘un híbrido’ entre un diario y un mensuario o
semanario.
El sitio tiene tres ediciones al día (9 de la mañana, 1 de la tarde y 7 de la noche). “Cada día hay una gran investigación y a veces varias”, refiere Cantaloube. Un promedio de 50 y 70 artículos a la semana respaldan a este sitio del que hablan con admiración periodistas de diferentes medios. Los políticos son más prudentes, pero está claro que son suscriptores.
¿QUIÉNES HACEN MEDIAPART?
La respuesta de Cantaloube –en español y en francés–sería la esperanza de cualquier periodista aburrido de su redacción. Periodistas insatisfechos con lo que hacían en sus medios decidieron fundar esta web. El perfil: entre 50 y 40 años, y una experiencia de hasta 30 años en organizaciones de noticias que parecían condenadas a no hacer buen periodismo, o periodismo aburrido, o periodismo de nota de prensa, o periodismo sin sustancia. También encontramos reporteros de 25 años que llegaron a Mediapart tras haber salido de las escuelas de periodismo.
En esa época –recuerda Cantaloube–muchos no querían trabajar en el proyecto. Ahora que lo saben sólido, el interés ha crecido. En la redacción se plantea una jerarquía horizontal: cada periodista aporta su idea y en el 90% de casos el director no se opone. También se discuten y designan temas y se busca que cada periodista se especialice en un área.
Los textos pasan por un corrector que en verdad es un redactor experimentado. Tres periodistas toman la decisión de publicar, tras las rigurosas revisiones. No tienen fotógrafos, pero los contratan cuando la circunstancia lo exige. No tienen fotógrafos, pero contratan sus servicios para coberturas especiales.
En general, todos los periodistas pueden hacer videos, audios, fotos o infografía. Cada uno decide qué formato emplear de acuerdo a su especialización. No hay reglas al respecto.
NO A LA PUBLICIDAD
Mediapart es un sitio sin publicidad y todo hace indicar que esto no va a cambiar. “No queremos publicidad porque queremos independencia”, dice Cantaloube. Las suscripciones les ha permitido en 2011 una ganancia de 500,000 euros. En 2012 la cifra sería 700,000 si todo sigue marchando bien. Los dos primeros años fueron de pérdidas.
Cuentan con un fondo de capital de inversionistas privados que se
extenderá hasta 2013. ¿Y qué pasará luego? No se sabe. Por lo pronto,
quieren seguir haciendo lo que la prensa francesa ha dejado de publicar.
No van a decidir sus temas en base a la audiencia, no son de creer que la “audiencia tiene la razón”. Los periodistas del sitio deciden los contenidos de acuerdo con su instinto.
No van a decidir sus temas en base a la audiencia, no son de creer que la “audiencia tiene la razón”. Los periodistas del sitio deciden los contenidos de acuerdo con su instinto.
“Hemos decidido hacer el periódico que soñamos”, sentencia Cantaloube. Suena a utopía, pero les ha funcionado. Quizás por ello Johan Hufnagel, cofundador de Slate.fr cree que Mediapart no es un modelo. “Es un éxito simplemente”, afirma.
“Escogemos nuestra actualidad y tratamos de evitar lo que hacen los otros”, confiesa Cantaloube.
LAS REDES SOCIALES Y LOS BLOGS
Los lectores/abonados/suscriptores de Mediapart pueden tener un blog en el sitio. Los periodistas hacen una selección de los mejores artículos y lo republican.
Facebook y Twitter son especialmente importantes para ganar suscriptores, pero Google encabeza la lista.
La fórmula de Mediapart es hacer periodismo de investigación, marcar
la diferencia, hacer sentir una voz crítica en medio de tantas voces
iguales. Cantaloube y sus compañeros creen en el periodismo, y lo hacen
cada día con un entusiasmo capaz de contagiar a cualquier desencantado
editor o reportero.
Escrito por Esther Vargas en Claves
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