Por Luis Durand, en "Durand Comunicaciones"
Definitivamente
todo comunica. Un gesto, un abrazo, una mirada, un movimiento; todo
tiene un subyugante significado para nosotros, más aún si la combinación
de todo lo anterior viene articulado en una gran historia contada
musicalmente. La semana pasada tuve recién la oportunidad de ver Los Miserables, y quedé fascinado con la comunicación de emociones que logra el film. Obviamente, la fenomenal obra de Victor Hugo
sirve de sustento para una idílica historia que nos habla de amor,
lucha, esperanza y sueños; traducidas en emociones musicalmente
descritas.
Victor Hugo, autor de Los Miserables |
One Day More
Es uno de esos
musicales hechos para llevarnos cual montaña rusa, por las cimas y las
simas de las emociones más íntimas del ser humano. Amor y desamor, odio y
esperanza, lucha y coraje; nos son regalados de manera soberbia en
aproximadamente 4 minutos.
Un poco más de 4
minutos en donde un reflexivo y atribulado Jean Valjean, repasa
dolorosamente su devenir; instantes antes de que Marius y Cosette se
declararan amor eterno, aún cuando están apunto de separare. La sombra
del desamor la personifica Éponine, quien sufre por la no
correspondencia de Marius.
Enjolras
interviene, y nos lleva a otro nivel de emoción, la emoción de la lucha
por venir, la revolución idealista contra la opresión. Se entremezclan
todas estas emociones, con un Javert representando la medida de lo justo
y de la ley; alter ego de la intolerancia y el autoritarismo.
El bien y el
mal, la justicia y el amor; comunicados de forma sublime, como lo
pudimos ver en la entrega de los Oscars hace una semana.
Veamos los
rostros y la proxémica de los actores. El solemne Hugh Jackman, le cede
el turno a la ganadora del Oscar Anne Hathaway quien en esta versión del
musical interviene como Fantine, siempre sufriendo aunque, al igual de
Valjean, redimida y resurrecta.
Amanda
Seyfried, como Cosette; y Eddie Redmayne como Marius; nos llevan al
desamor por la inevitable separación. Al tiempo que aparece Eponine,
encarnada genialmente por Samantha Barks, quien no puede hacer nada ante
la soledad que la embarga al no ser correspondida por Marius.
Evidentemente
Russel Crowe no canta, pero hay algo en su puesta en escena que lo hace
insoslayable. Este Javert es necesario, nos transmite una marcial
ausencia de delicadeza que le da coherencia a su falta de categoría
musical.
Sacha Baron
Cohen es inigualable en el papel del pérfido Mr. Thénardier, y lo fue en
la propia presentación de los premios de la Academia. Todos comunicando
emociones.
En esta versión
de One Day More, podemos notar cómo una sola persona, Lauren Meyering,
puede comunicar emocionalmente cada uno de los más importantes
personajes de la historia con su rostro, en un claro ejemplo de sobre
actuación; que sin embrago nos permite diferenciar mejor a los
personajes a partir de sus gestos.
Definitivamente,
siempre que hablamos de emoción, la comunicación cambia de súbito. Deja
de ser racional, para instalarse en lo más íntimo de las personas. Si
aún no han visto la película completa, les invito a hacerlo!
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