Por Carlos Pursals, publicado en "(R)eputación de Marca"
El sector financiero español ha sido uno de los actores más
importantes que han tenido que ver con la actual situación de crisis que
tenemos encima. Lo cierto es que si de una manera individual vamos
analizando los datos, puede parecernos casos aislados, pero leyendo el
artículo publicado en El País me di cuenta de la situación actual de la
merecida reputación que tienen el sector bancario en nuestro país: “La justicia española está investigando a 9 entidades financieras y hay 90 directivos imputados”.
Las entidades financieras investigadas son Bankia, Caja Madrid, Banca
Cívica, CAM, Banco de Valencia, Caixa Penedés, Caja Castilla La Mancha y
Eurobank y han recibido casi 38.000 millones de euros de nuestros
impuestos, cantidad que supera a todos los recortes que el Gobierno ha
tenido que hacer.
Siempre he defendido que el proceso de construcción de reputación de
una marca pasa por la correcta gestión de la cultura organizacional, los
comportamientos que se llevan a cabo y por último por la comunicación
de marca. Pues bien, parece que los comportamientos de los directivos
bancarios no han sido muy ejemplares que digamos aunque tal vez dichos
comportamientos venían provocados por una cultura organizacional que
permitía ese tipo de malas prácticas.
Lo cierto de todo esto es que no sabemos si va a existir algún tipo
de castigo ejemplar para esa clase directiva de estas 9 entidades
financieras. Ese desconocimiento de lo que les puede pasar es lo que
hace creer en las personas esa falta de credibilidad y de confianza en
la justicia que parece que los “poderosos” son intocables, que los que
han hecho salvajadas de guante blanco no salen perjudicados y se va a su
casa “de rositas”, mientras que si es pequeño y desconocido seguro que
no será “intocable”.
Alguien puede argumentar que sólo fueron errores de gestión que
vinieron provocados por la situación del mercado, pero me sorprende que
“errores de gestión” dejen un agujero de casi 38.000 millones de euros
que tenemos que pagar entre todos.
Lo de la solidaridad creo que tienen un límite
A mi entender le será muy difícil al sector bancario recuperar algún
grado de credibilidad que le permita generar una mejor reputación ya que
las “heridas” que ha provocado ante particulares y pyme’s son demasiado
grandes como para poder creer que lo pueden hacer diferente.
Una vez más se demuestra que el proceso de construcción de reputación
de una marca no solo pasa por la comunicación, sino que cada vez
adquiere más importancia la correcta gestión de la cultura
organizacional así como los comportamientos que llevan a cabo. Una vez
bien hechas ambas cosas, nos podemos dedicar a comunicar los valores.
Lo que me temo también es que pocos gestos hará el sector bancario
para mejorar su reputación mientras “no muevan ficha” de verdad y nos
convezcan a los ciudadanos con otras nuevas maneras de hacer, que si
creo que son posibles.
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