"Lo que Chávez hizo en Venezuela hace 10 años con los medios, Argentina lo empezó a hacer hace dos"
La libertad de prensa bajo ataque
Los directores del diario El Nacional, Miguel Otero, y del canal
RCTV, Marcel Granier, opositores al gobierno bolivariano, cuentan los
riesgos y desafíos que enfrentan para ejercer el periodismo en el país
caribeño.
Suplemento We, de "El Cronista"
El diario El Nacional de Venezuela es una ventana. No sólo para los venezolanos que lo leen para conocer lo que pasa en su país y en el exterior. Si no también para el resto del mundo que lo consulta para enterarse de lo que oculta el colosal aparato informativo del gobierno bolivariano.
El canal de televisión Radio Caracas Televisión fue la emisora más vista de la historia de la televisión local hasta 2007, cuando el gobierno de Hugo Chávez le suspendió la licencia e incautó sus equipos para reemplazarlo por una señal de programación estatal. Actualmente, subsiste como productora de contenidos audiovisuales y pelea por un lugar en la grilla de la programación por cable.
De paso por la Argentina, los periodistas Marcel Granier,
dueño y gerente general de la emisora, y Miguel Henrique Otero,
propietario y director del periódico, dialogaron con WE sobre los
riesgos que implica hacer periodismo en Venezuela y de los desafíos que
enfrentan dos medios que luego de 14 años de chavismo se han convertido
en un símbolo de la libertad de prensa en América latina.
* ¿Qué rol está jugando El Nacional hoy en el escenario informativo venezolano?
M.H.O. - La verdad es que nosotros somos el primer medio de opinión en el país. Tenemos una tradición de 70 años durante los cuales siempre hemos sido muy combativos y críticos, con todos los gobiernos que pasaron y lo seremos con todos los que pasarán, más allá de quién sea el ganador el día domingo. Hoy en día cumplimos un papel fundamental porque seguimos informando sin ninguna limitación, seguimos haciendo las investigaciones que tenemos que hacer, lo cual hace que nos mantengamos en el mismo lugar durante todos estos años.
* ¿Qué obstáculos encuentran en la producción audiovisual en RCTV?
M.G. - Una de las principales dificultades que yo veo es el ocultamiento de información por parte de Gobierno. Directamente no se entregan cifras oficiales y pienso que es una estrategia que impide el buen desempeño de la profesión periodística. La economía venezolana depende en gran medida de los ingresos de PdeVSA, sin embargo, el Gobierno no informa sobre las contratos y negocios de la principal empresa estatal. Entonces para los periodistas queda hacer interpretaciones, y la gente termina sin información calificada para opinar.
* ¿Cómo caracterizaría la concepción que tiene el chavismo respecto de los medios de comunicación?
M.H.O. - Bueno, ellos tienen una intención clara, que es la hegemonía comunicacional. Y eso no es sino el objetivo de lograr un modelo como el cubano pero en el largo plazo. Lo han ido tratando de figurar a través de distintas estrategias, llamesé la violencia física, el secuestro de los poderes públicos para ser utilizados para acallarnos, la elaboración de leyes, la compra de medios para amedrentar a los independientes y copar el espectro radioeléctrico con sus mensajes. Además, han logrado un nivel de autocensura muy fuerte, sobre todo en medios audiovisuales. Por eso sostengo que, en este contexto, medios de comunicación como los nuestros son una isla en medio de un ambiente hostil.
* Además del hostigamiento político, desde el punto de vista empresarial, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta RCTV?
M.G. - Al no respetarse el estado de derecho, veo que hay dos amenazas importantes: una es que la ley no se cumple ni se garantizan los derechos del ciudadano. En segundo lugar viene otro punto importante, que es el respeto por la propiedad. Es imposible ser libre en un régimen en que no se respete la propiedad. Esto tiene un impacto profundo en el progreso de la sociedad: cuando la propiedad no está garantizada, la persona no siente el incentivo de trabajar y acumular. Sin libertad, no hay democracia.
* En Argentina el crecimiento del aparato comunicacional del Estado fue exponencial durante el kirchernismo. Sin embargo, la audiencia y los lectores no parecen acompañar la oferta oficial. ¿Cómo es la respuesta del público venezolano?
* ¿Qué rol está jugando El Nacional hoy en el escenario informativo venezolano?
M.H.O. - La verdad es que nosotros somos el primer medio de opinión en el país. Tenemos una tradición de 70 años durante los cuales siempre hemos sido muy combativos y críticos, con todos los gobiernos que pasaron y lo seremos con todos los que pasarán, más allá de quién sea el ganador el día domingo. Hoy en día cumplimos un papel fundamental porque seguimos informando sin ninguna limitación, seguimos haciendo las investigaciones que tenemos que hacer, lo cual hace que nos mantengamos en el mismo lugar durante todos estos años.
* ¿Qué obstáculos encuentran en la producción audiovisual en RCTV?
M.G. - Una de las principales dificultades que yo veo es el ocultamiento de información por parte de Gobierno. Directamente no se entregan cifras oficiales y pienso que es una estrategia que impide el buen desempeño de la profesión periodística. La economía venezolana depende en gran medida de los ingresos de PdeVSA, sin embargo, el Gobierno no informa sobre las contratos y negocios de la principal empresa estatal. Entonces para los periodistas queda hacer interpretaciones, y la gente termina sin información calificada para opinar.
* ¿Cómo caracterizaría la concepción que tiene el chavismo respecto de los medios de comunicación?
M.H.O. - Bueno, ellos tienen una intención clara, que es la hegemonía comunicacional. Y eso no es sino el objetivo de lograr un modelo como el cubano pero en el largo plazo. Lo han ido tratando de figurar a través de distintas estrategias, llamesé la violencia física, el secuestro de los poderes públicos para ser utilizados para acallarnos, la elaboración de leyes, la compra de medios para amedrentar a los independientes y copar el espectro radioeléctrico con sus mensajes. Además, han logrado un nivel de autocensura muy fuerte, sobre todo en medios audiovisuales. Por eso sostengo que, en este contexto, medios de comunicación como los nuestros son una isla en medio de un ambiente hostil.
* Además del hostigamiento político, desde el punto de vista empresarial, ¿cuáles son los principales desafíos que enfrenta RCTV?
M.G. - Al no respetarse el estado de derecho, veo que hay dos amenazas importantes: una es que la ley no se cumple ni se garantizan los derechos del ciudadano. En segundo lugar viene otro punto importante, que es el respeto por la propiedad. Es imposible ser libre en un régimen en que no se respete la propiedad. Esto tiene un impacto profundo en el progreso de la sociedad: cuando la propiedad no está garantizada, la persona no siente el incentivo de trabajar y acumular. Sin libertad, no hay democracia.
* En Argentina el crecimiento del aparato comunicacional del Estado fue exponencial durante el kirchernismo. Sin embargo, la audiencia y los lectores no parecen acompañar la oferta oficial. ¿Cómo es la respuesta del público venezolano?
M.H.O. - La
diferencia con Venezuela es que en la Argentina aún se puede optar. En
nuestra televisión, por ejemplo, todos los canales son oficialistas. Lo
mismo sucede con la radio, que es prácticamente toda del Gobierno. Por
suerte en los periódicos no. La hegemonía comunicacional lleva tiempo.
Lo mismo que Chávez hizo en Venezuela hace diez años, Argentina comenzó a
hacer hace dos.
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