Cada vez más periodistas -y estudiantes de periodismo- usan Twitter para contactar fuentes y pedirles entrevistas. Por lo general es un tweet de este estilo: “Hola. Soy periodista (o estudiante de periodismo). Estoy trabajando en una nota. ¿Conversamos?”.
Si bien esto puede ser un recurso extremo, el periodista Dan Reimold no recomienda hacerlo. Aquí sus razones.
1. Denota flojera. No te diste el trabajo de revisar el perfil de tu entrevistado y ver si por ahí encontrabas un email para contactarlo.
2. ¿Quién eres? Tu cuenta de Twitter no revela tu identidad. ¿Se supone que la fuente tiene que creerte que eres periodista porque así lo dice tu cuenta en la red social?
3. ¿Qué sigue? Le dijiste que quieres hablar pero no cómo debía responderte. ¿Con un tweet público? ¿Con un Mensaje Directo? ¿Un mail?
4. Soy una persona, no un perfil de Twitter. Si tengo algo de valor para ti, tómate el trabajo de escribir algo más que un simple tweet en cinco segundos y que probablemente ya mandaste a una docena de personas más.
La recomendación es no usar este método para contactar fuentes. Lo mejor es buscar alguna información sobre las personas que necesitamos ubicar: descubre su blog, email y hasta su teléfono. Por último, si no tienes otra opción, lo mejor es conversar a través de mensajes directos y no de tweets público.
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