Publicado en "Comunica y vuela Alto"
"Estamos convencidos de que la comunicación dentro de las empresas tiene que generar orgullo en sus empleados". Son palabras de Sonia Ruiz, socia fundadora de PrideCom, una agencia especializada en Comunicación Interna 2.0., recogidas esta semana en "Espacio Dircom" de OndaCRO.
Se basa en la interactividad con las personas que trabajan en la
organización, en una nueva cultura colaborativa donde la empleada (o
empleado) es la protagonista al convertirse en el primer "fan" de su
marca. Todo eso termina convirtiéndose en una palanca estratégica para
el negocio que llega a generar compromiso y ventajas económicas, como
sigue explicando la misma fuente: hay estudios que determinan que en
EE.UU. las empresas con mayores niveles de "engagement" entre sus
colaboradores reportan un 30% más de beneficios.
En efecto, la labor de un Gabinete o Departamento de Comunicación no
sólo es buscar la mayor difusión de la mejor imagen de su entidad de
cara al exterior, sino la de intentar convertir a la plantilla en
potenciales comunicadores de la marca dentro de su ámbito de influencia.
Otra prueba más que justifica como clave una buena política de
Comunicación Interna. Multiplicar la imagen exterior de la entidad,
mantenerla, conseguir que sea duradera o, incluso que se potencie, debe
fundamentarse en una realidad interna sólida.
Tal influencia de la Comunicación Interna en las empresas también la apoya el especialista Iñaki Vélaz, en una investigación publicada en "Cuadernos Empresa y Humanismo" de la Universidad de Navarra: “Es el cemento de las organizaciones (…) Garantiza la adhesión diaria al proyecto por parte de quienes lo realizan (…) Contribuye a generar la identidad de la empresa (…) Facilita el conocimiento de toda la organización en cada uno de sus miembros (…) Relaciona departamentos aislados (…) Informa individualmente a todos los empleados (…) Permite a cada individuo mantener un vínculo directo con sus superiores y con sus subordinados”.
Tal influencia de la Comunicación Interna en las empresas también la apoya el especialista Iñaki Vélaz, en una investigación publicada en "Cuadernos Empresa y Humanismo" de la Universidad de Navarra: “Es el cemento de las organizaciones (…) Garantiza la adhesión diaria al proyecto por parte de quienes lo realizan (…) Contribuye a generar la identidad de la empresa (…) Facilita el conocimiento de toda la organización en cada uno de sus miembros (…) Relaciona departamentos aislados (…) Informa individualmente a todos los empleados (…) Permite a cada individuo mantener un vínculo directo con sus superiores y con sus subordinados”.
¿Peligros? Que esa interacción humana que ocurre dentro de una
organización se convierta en una Torre de Babel en potencia. Esto
sucederá si cada departamento habla en un lenguaje poco comprensible
para el resto. O bien, si descuidamos el poder de las Redes Sociales
donde cualquier mínimo descuido pone en duda la credibilidad y confianza
de una firma. De hecho, los trabajadores son el blanco más vulnerable
en caso de un ataque a tu imagen, como acertadamente expone el artículo
de CNNExpansion titulado "Errores mortales de imagen en la empresa".
Destacamos, el daño a la reputación y económico que provocó la
difusión en Facebook de una foto de un empleado de Taco Bell lamiendo
las tortillas que vendían.
Para prevenir una crisis de reputación, estos son los consejos que sugieren en el mismo artículo: preparar a la plantilla estableciendo unas reglas o manual por escrito ("un tuit inocente puede crear un tsunami"); ponerse en la piel del consumidor con medidas de sentido común; realizar un análisis sobre las capacidades y los recursos humanos y de equipo con los que cuenta la empresa para manejar su imagen; disponer de herramientas de análisis y monitoreo para prever una crisis, y en caso de que se produzca, tener un código sobre cómo debe actuar cada departamento, compartiendo la información necesaria para controlar la situación.
Para prevenir una crisis de reputación, estos son los consejos que sugieren en el mismo artículo: preparar a la plantilla estableciendo unas reglas o manual por escrito ("un tuit inocente puede crear un tsunami"); ponerse en la piel del consumidor con medidas de sentido común; realizar un análisis sobre las capacidades y los recursos humanos y de equipo con los que cuenta la empresa para manejar su imagen; disponer de herramientas de análisis y monitoreo para prever una crisis, y en caso de que se produzca, tener un código sobre cómo debe actuar cada departamento, compartiendo la información necesaria para controlar la situación.
Concluimos. A la hora de conseguir una adecuada Comunicación Interna,
que luego se traduzca con brillantez al exterior, es necesario que el
Departamento de Comunicación, con el dircom al frente, mantenga un
contacto permanente, continuo, periódico, profesional y cordial con cada
uno de los trabajadores de la entidad, logrando de esa manera comunicar
la mejor cultura corporativa. El objetivo máximo es lograr la máxima
implicación entre la marca y los empleados. Mantener a la plantilla
unida, remando en la misma dirección, buscando sacar el mejor jugo de
las cualidades de cada uno o para apartar del grupo a quien no esté
dispuesto a entregarse en esa batalla diaria. Para conseguir esa unión,
la Comunicación Interna resulta imprescindible. Sirva este anuncio como
muestra de tal poder... En cualquier circunstancia de la vida, sobre
todo para superar los malos momentos que realmente es donde se descubre
la fortaleza y la excelencia de una entidad, una organización, una
marca, una plantilla, una familia o una persona.
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