Por Carlos Cordero
Así títuló la revista Fortune una muestra sobre cómo los mensajes cortos de textos (SMS), la plataforma de vídeo Netflix, Amazon.com e iTunes le sacan ventaja al correo tradicional, las tiendas de vídeos y películas, las librerías tradicionales y la venta de CDs en Estados Unidos.
Los números dan una imagen de una sociedad que avanza aceleradamente hacia la digitalización del consumo, la comunicación y el entretenimiento afectando a los negocios tradicionales.
Fortune muestra que los SMS se han convertido en el medio de comunicación predominante. El crecimiento de los SMS es superior a 1,2% millones desde el 2000, sumando 1,9 billones; entre tanto, los envíos de cartas alcanzan apenas 170.000 millones y cayeron 19% en ese periodo, causándole una pérdida proyectada para el final del presente año de unos US$6.000 millones al servicio postal de Estados Unidos.
La víctima de Netflix -servicio que llegará pronto a América Latina, incluyendo a América Central- fue Blockbuster. La cadena de tiendas de vídeo alcanzó 4.000 puntos de ventas en dos décadas. Pero en 1997 -a dos años de haberse iniciado la expansión global de Internet y el boom de las puntocom- fue fundada Netflix. Lo demás son estadísticas: mientras las ventas de Blockbuster cayeron 29% y apenas rozaron los US$4.100 millones en el 2010; Netflix creció 43.101% desde 1999 y ya alcanza US$2.200 millones en ingresos.
La misma edición de Fortune muestra que David Kahn era un empresario que manejaba 45 tiendas Blockbuster con el modelo de franquicias en los estados de Mississipi y Alabama, pero las tuvo que cerrar a partir del 2006 dada la expansión y aceptación de Netflix. Ahora Kahn se dedica a producir yogurt.
Lo mismo ocurre con los libros y los CDs (¿alguien se acuerda de los cassettes y de los walkman?).
En el primer caso las ventas de Amazon.com crecieron 808% desde 1999, llegando a US$14.500 millones, mientras que los ingresos de la cadena de librerías Borders cayeron 44% en ese periodo y apenas alcanzaron US$2.300 millones. En el segundo caso, iTunes tuvo un incremento del 1,2% millones desde el 2003, sumando 12 millones de canciones descargadas del sitio; mientras que la venta de CDs cayó 60%, alcanzando apenas 2.800 millones de canciones.
Incluso si ves a alguien cargando un LP de acetato o vinilo, se trata de un disco que escuchará en un tornamesa o tocadisco digital de venta en las tiendas de electrodomésticos en nuestros países. En el 2008 estos dispositivos tenían un pabellón casi de curiosidades en el Consumer Electronics Show – CES Las Vegas. Ahora son una realidad y la venta de LP vuelve a las tiendas de música dirigida a los privilegiados que ya la han descubierto.
En la región estos fenómenos se viven todavía de manera heterogénea. La popularización de los celulares y de los smartphone apuntan a un impacto similar de los SMS, que se complementa con el email y la comunicación de voz por telefonía móvil e Internet. ¿Quién recuerda cómo se escribía una carta, se doblaba, se metía en un sobre y se dejaba en el buzón de envíos con la estampilla puesta y la inseguridad de si llegaría a su destinatario? Ahora solo hay que dar un clic o digitar los teclados alfanuméricos de los móviles.
Probablemente la comercialización de servicios de vídeo, música y libros en línea enfrentará el amplio espectro del mercado informal, aunque sin duda servicios como Netflix anidarán entre los segmentos de altos y medianos ingresos, mientras la descarga de música es un hecho consumado entre los jóvenes y las tabletas todavía se ven como un dispositivo con capacidad de cómputo de gran utilidad en reuniones y para entretenerse con aplicaciones de juegos, no como un lector de libros electrónicos.
El siguiente paso sería a una mayor difusión digital de los vídeos y las películas, así como de los libros.
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