Por María Rubio, en "Bloggy Mary"
Son varias las ocasiones en las que he hablado, por activa y por pasiva, de periodismo ciudadano, de la falta de credibilidad de los medios de comunicación y de la cada vez mayor presencia de lo digital en las redacciones, lo que está acabando con el papel en los diarios.
Ayer se celebró un Meeting Point by ONO sobre el “Periodismo 2.0. Oportunidades en el entorno digital para el periodista de hoy”
y todos estos términos se relacionaron hasta fundirse en una idea
lógica: los medios han dejado de ser el último baluarte y garante de la
libertad; ahora lo son los ciudadanos.
Una segunda conclusión. Vamos hacia medios híbridos, en los que el diálogo y la colaboración entre los ciudadanos y los profesionales permiten elaborar una información de calidad. Como dijo al respecto Oscar Espiritusanto (@espiritusanto), fundador de periodismociudadano.com y profesor de la universidad Carlos III, “los periodistas deben dejar de creerse oráculos y guiar al público a la información”. Idea que se fue repitiendo a lo largo de toda la mañana.
Esta relación puede establecerse, como señaló Oscar, desde un “Me gusta” de una persona a una noticia, hasta llegar a que dicha persona se juegue la vida por darla a conocer en casos extremos de ineficacia y sesgo informativo (o ausencia de medios de comunicación).
Porque ¿qué pasa cuando el gobierno de turno ha eliminado a los periodistas independientes nacionales, acallado al resto y expulsado a los internacionales? Pues que lo que ocurre en el país solo puede saberse a través de lo que cuentan los ciudadanos a la audiencia de dentro y de fuera de sus fronteras.
Pero no hace falta irse tan lejos. Solo pensemos en cómo se enriquecerían nuestras crónicas y artículos si, como ejemplificó Oscar, el periodista avisara por redes de que va a cubrir una determinada información y que estaría encantado de completarla con las declaraciones de los vecinos y visitantes que tuvieran algo que añadir, alguna novedad que destacar con respecto al hecho.
Así pues, la labor del periodismo ciudadano va más allá de colgar una serie de noticias en las redes sociales y más allá de lo que creía:
-
Provee de información local que no se encuentra en ningún otro sitio y completa a los medios en este aspecto.
-
Crea oportunidades de diálogo y conversaciones en la comunidad, al tiempo que la ayuda a resolver problemas.
-
Vigila al gobierno local
-
Incrementa la intención de voto y el número de candidatos.
No son pocas las ventajas, desde luego. Como destacaba Paula Gonzalo (@paula_g), codirectora de periodismociudadano.com, en la segunda mesa redonda de la mañana, “el periodismo ciudadano no solo está cambiando las reglas del oficio; también las de la democracia”. Pero uno llega a preguntarse qué hace entonces el periodista profesional. Pues debe curar contenidos y contrastar la información que dan los ciudadanos. Es una colaboración entre ambos, contaba antes su compañero Oscar Espiritusanto.
Los ponentes se pusieron de acuerdo en destacar la labor que, al respecto, está realizando “The Guardian”. El periódico inglés ha sabido integrar, con naturalidad, las colaboraciones de su audiencia dentro de la estructura redaccional.
Por lógica, la tecnología ha tenido y
tiene mucho que ver con el periodismo ciudadano hasta el punto de que
sin ella no hubiera sido posible, a pesar de los desfases que se
producen entre las personas que tienen acceso y aquellos que no. La
información cada vez es más inmediata y, como indicaba antes, su
veracidad es el periodista quien la debe contrastar.
Lo que está claro para todos los profesionales que participaron en este acto es la necesidad absoluta de estar en Twitter,
aunque le cueste un mundo al community manager de turno conseguir hacer
valer esta gran herramienta comunicacional en las redacciones. De
hecho, Álvaro Santos (@alvarosantos71), de Telemadrid,
en la primera mesa redonda, aseguró haber tenido que realizar, hasta
hace bien poco, una importante labor de evangelización. Por su parte, Mar Abad (@marabad), redactora jefe de la revista Yorokobu, señaló, en la segunda, que el microblogging es una fuente de inspiración grandísima.
Sin embargo, la necesidad de un profesional que sea un periodista con experiencia y, al tiempo, community manager es más que evidente, según concluyeron en la mesa redonda sobre cómo han integrado los medios el 2.0 en su estrategia. Amel Fernández (@amel_fernadez), que habló como tal dentro de la revista Emprendedores, lo resumió a la perfección: “No puedes desarrollar una estrategia digital y tener retorno de inversión sin profesionales cualificados”. Añadió que, además, “debe saber interpretar los datos, para analizar qué contenido está funcionando y por qué”.
También señaló que Emprendedores ha conseguido pasar de tener
prácticamente cero tráfico a la web proveniente de las redes sociales, a
alcanzar casi un 20% gracias a una adecuada estrategia. Algo similar a
lo que han vivido en PR Noticias, que han aumentado un 20% gracias a las redes sociales, según explicó Fernando Cano (@canocadiz), subdirector del medio.
Y no solo Twitter proporciona una importante ayuda al profesional que sepa utilizar la herramienta. Existen muchas otras que hacen la vida más fácil al periodista. Muchas de ellas (miles, señaló Oscar Espiritusanto) se pueden encontrar en la web Tools for News y una gran parte de ellas son gratuitas.
Como hemos visto, las perspectivas del periodismo son, por lo que parece, estupendas, aunque aún no sepamos cuál será el modelo de negocio y, mientras tanto “vivimos como podemos” (Mar Abad dixit). Sin embargo, todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que no va a desaparecer, por el contrario, “estamos en la edad de oro del periodismo porque tenemos todas las herramientas a nuestro alcance para innovar”, decía Paula Gonzalo.
Al final, el periodismo ciudadano, concebido como
algo más que una mera fuente de información, me está convenciendo. ¿Qué
opináis vosotros? ¿Es posible la colaboración entre el periodista
profesional y el ciudadano? ¿Estamos en una “edad de oro” de la
profesión?
Comentarios
Publicar un comentario