Consultor empresario top: “La nueva Cristina proempresaria volverá a ser la de siempre después de las elecciones”
Consultor Roberto Starke: “esta Cristina conciliadora con el empresariado está de campaña”
Los gestos y discursos conciliadores con los que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, sorprendió en los últimos días al empresariado en Argentina de cara a las elecciones presidenciales del 23 de octubre no sería otra cosa que parte de su discurso de campaña y no un cambio genuino de actitud hacia la economía de mercado. Así lo entiende el consultor de asuntos públicos y comunicación empresaria Roberto Starke, de Infomedia Consulting. “Esta Cristina no es proempresaria, ésta es la misma Cristina de siempre, solo que está haciendo campaña, y por lo tanto se muestra conciliadora y amigable, no con los empresarios, sino con la sociedad”, dijo Starke en La Hora de Maquiavelo, el programa sobre comunicación política y asuntos públicos que conduce Diego Dillenberger (Metro, domingos 22 hs.).
La líder del gobierno populista de izquierda argentino, que con alta probabilidad ganará por cómoda mayoría las presidenciales, sorprendió a empresarios y periodistas en diversos discursos de campaña en las últimas semanas mostrándose no sólo conciliadora con posturas empresarias, sino incluso censurando algunos excesos en las protestas sindicales. Su gobierno se había caracterizado hasta ahora por una fuerte intervención del estado en el sector privado y la economía de mercado, cambio constante de reglas y gran respaldo al sindicalismo peronista.
El consultor Starke, que asesora tanto a políticos como a grandes empresas en comunicación y public affairs, explicó que “es tal la autonomía y el poder político que tiene hoy la presidenta Cristina Kirchner”, que, por más que los empresarios pretendan acercársele para explicarle que sería mejor que mantenga luego de las elecciones sus actitudes proempresarias, la presidenta en cualquier momento volvería a enfrentarlos con la opinión pública.
Uno de los issues que deberá afrontar el empresariado en el nuevo período kirchnerista será el de la alta inflación. Para la opinión pública son ellos los culpables del alza de precios, que por ahora es negada por las estadísticas oficiales por ser producto de una política económica deliberadamente inflacionaria. Para fortuna del gobierno argentino, el silencio comunicacional en el que se ha sumido el empresariado del país desde que el kirchnerismo llegó al poder, hace ocho años, llevó a que la mayoría de los argentinos señale hoy a las empresas como culpables de los aumentos de precios. Los índices de imagen sectoriales del empresariado muestran, además, un importante deterioro.
Esta empatía de la opinión pública con posturas antiempresarias podría agravarse, en caso de entrar la economía argentina en recesión, como se prevé para 2012, ya que, entonces, podrían tener que asumir también la culpa ante la opinión pública por la falta de inversiones y la escasa generación de puestos de trabajo.
La tasa de inversión privada no acompaña el crecimiento económico en Argentina a causa de la falta de reglas estables que alienten la actividad empresaria. Cristina Fernández de Kirchner insinuó en sus recientes discursos que entiende la problemática y comparte la necesidad de reglas claras para que las empresas vuelvan a invertir.
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