(Juan Francisco Beltrán en La Columna Quinta)
Unas fotos que se supone corresponden al líder libio Muamar el Gadafi muerto o herido provocaron críticas en las redes sociales y en blogs en contra de los periodistas y medios de comunicación.
Algunos medios publicaron casi de inmediato la foto de la AFP, la primera agencia de noticias que obtuvo las fotos de Gadafi muerto de un video tomado por uno de los combatientes, mientras otros mantuvieron fotos de archivo. Luego aparecieron las foto del cuerpo en el suelo y con un tiro en la cabeza.
Los franceses Le Monde y Liberation pusieron las fotos en las páginas interiores de su edición digital, no en la portada.
Al menos al principio, el ecuatoriano El Comercio no colocó fotos de Gadafi muerto, sino de cuando estaba herido.
El New York Times incluyó galerías de imágenes con la advertencia en el momento en que iban a aparecer las imágenes del cuerpo de Gadafi:
Lo mismo hizo The Washington Post con una advertencia al inicio de la galería:
Y lo mismo sucedió con el Huffington Post.
¿Publicar o no las fotos de Gadafi?
Como principio general, el periodismo debe tomar en cuenta el respeto. Cuando se trata de personas que han muerto o están heridas de gravedad, hay tres niveles de respeto:
1.- A la víctima y a su memoria. Según el seguimiento en las redes sociales, en este caso van desde que Gadafi no se merece ningún respeto hasta que todos lo merecen por igual.
2.- A los familiares y amigos de la víctima.
3.- Al público. No a todos les gusta ni les interesa ver cuerpos de personas muertas. A algunos les causa un rechazo profundo.
En cualquier caso, una regla de oro es que las fotos pueden ser revulsivas, no repulsivas.
El ejemplo de Obama
La muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, vino acompañada de una lección de comportamiento político de la que algo se puede extraer para el periodismo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó publicar las fotos del cadáver del hombre más buscado por su país. Cuando alguien sabe que está diciendo la verdad, las evidencias chocantes están por demás.
“No vamos a utilizar ese material como un trofeo, no se trata de algo que haya que celebrar como si hubiéramos metido un gol; no somos así”, dijo Obama. Resumen: prudencia.
Prudencia y cálculo político: “Son una serie de imágenes muy gráficas que no queremos que instiguen la violencia o sean usadas como propaganda“, agregó Obama tras la muerte del dirigente fundamentalista violento. A casi seis meses del anuncio y sin fotos de por medio, ¿alguien duda de la veracidad de la muerte de Bin Laden?
Esa prudencia y ese cálculo no los aplicó el antecesor de Obama, George W. Bush, cuando su Gobierno permitió la difusión de imágenes de los restos de los hijos de Saddam Hussein y le cayó una lluvia de críticas.
Eso sucede con gente que tiene, por decir lo menos, “mala prensa”. Pero la situación de sensibilidad y rechazo a los medios es mayor cuando el cuerpo corresponde a una persona apreciada, como cuando se publicó las fotos del cadáver de Michael Jackson. Algunos medios, como diario El Universo, de Ecuador, publicaron la imagen en portada.
¿Cuándo sí debemos publicar la foto de un cadáver?
Siempre es bueno dar una vuelta por el Consultorio Ético de Javier Darío Restrepo en la página de la FNPI. Así no estemos de acuerdo con sus posiciones, siempre tendremos opiniones, materiales y referencias importantes. Aquí una selección de lo que dice Restrepo en algunas consultas sobre publicación de fotos de muertos:
- “Por razones de respeto a los lectores se debe evitar la publicación de imágenes chocantes que ofenden el buen gusto”. (Enlace)
- “Es inaceptable el argumento común sobre el aumento de circulación del periódico que publica la foto del muerto del día, como razón para decidir su publicación”. (Enlace)
- “Cuando se trata de planos generales, que le permiten al lector precisar las circunstancias de la muerte de las víctimas, la foto cumple un papel de testimonio que aporte elementos de juicio al lector”. (Enlace)
- “No son razones suficientes para suprimir la foto, las muy subjetivas ‘susceptibilidades’. En cambio el criterio del servicio público que prestan una información o una fotografía, da una clara indicación”. (Enlace)
Preguntas antes de publicar una foto truculenta
Antes de decidir la publicación de la fotografía de un cadáver o de una persona herida de gravedad hágase las siguientes preguntas:
1.- ¿El aporte de información de la foto es mínimo o nulo?
2.- ¿Otra foto del mismo caso puede informar de la misma manera o mejor?
3.- ¿Se busca el sensacionalismo, vender más, atraer más público?
4.- ¿Afectará la sensibilidad de quienes vean las imágenes?
Si respondió sí a alguna de las preguntas, lo mejor es no publicar la foto.
Enlaces de interés:
- Retratando a los muertos, por Jon Lee Anderson.
- Portadas que son venganzas.
- La caída de Gadafi en las portadas de los diarios impresos.
- La labor de los periodistas en la cobertura de la captura de Gadafi.
- 43 portadas que no se ilustraron con el cadáver de Gadafi.
- La captura de Gadafi en los principales medios del mundo.
- Las fotos pueden ser revulsivas, no repulsivas.
- Debate sobre imágenes de Uday y Qusay Hussein.
- Cadáveres privados y cadáveres públicos (pdf).
Comentarios
Publicar un comentario