DIJO QUE ES PRODUCTO DE CATEDRÁTICOS QUE NO CONOCEN LOS MEDIOS
Uno de los propietarios del grupo mendocino UNO sostuvo que a más de tres años de la sanción de la norma nada cambió, no hay mejores medios, ni más voces
Daniel Vila, crítico con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
EL CRONISTA
El empresario mendocino Daniel Vila calificó de pésima,
de lo peor que he conocido a la Ley de Medios. En boca de uno de los
propietarios del Grupo UNO, son palabras que pueden sorprender al
tratarse de un empresario cercano al Gobierno y cuyo holding presentó un
plan de readecuación voluntaria en el marco de la nueva legislación.
Hoy, frente a esta pésima ley, tenemos que cumplirla. Pero después de más de tres años las cosas no cambiaron nada, no hay mejores medios, mejores comunicadores, ni que haya más voces, no comparto el criterio, aseguró Vila en declaraciones al programa El Disparador que se emite diariamente por FM Delta.
Según su visión, la ley tiene un grave defecto que es que no aborda las telecomunicaciones, aborda los medios como si fueran un hecho aislado independientemente del fenómeno de telecomunicaciones.
Además, Vila admitió haber sufrido agresiones al concurrir a algunas audiencias públicas convocadas por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) antes de que se sancionara la ley, en octubre de 2009.
Fui a dos audiencias públicas y no me cagaron a trompadas porque me fui. Me amenazaron, me señalaron, y lo único que hice es ir como un actor de los medios, a dar mi opinión, y obviamente no la pude dar, porque era un tema que estaba ideologizado. La ley salió como eso, como una elaboración de un grupo de catedráticos que no tenían ningún contacto ni conocimiento de los medios.
El Grupo UNO presentó su plan de desinversión voluntaria antes del 7 de diciembre pasado, día que la Afsca había establecido como límite para la recepción de estos proyectos y teniendo en cuenta la medida cautelar decretada por la Justicia que regía, y aún rige, para el Grupo Clarín.
Consultado por El Cronista, Daniel Vila ratificó las declaraciones a FM Delta. No es nada nuevo. Lo vengo diciendo desde 2009, aseguró.
Junto a su socio, José Luis manzano, propuso disolver el holding, distribuir varias licencias entre ellos, sus familiares y asociados, y vender otra parte de sus activos. Esta propuesta está en manos del organismo que orienta Martín Sabbatella, aunque no está claro cuál será el futuro tanto de los activos del Grupo UNO como los del resto de las empresas periodísticas que deben adecuar sus estructuras a la nueva Ley de Medios teniendo en cuenta que la medida cautelar que ampara a Clarín e impide la aplicación de la norma continúa vigente.
Ayer, el Gobierno anunció que recurrirá a la figura del per saltum para que la Corte Suprema de Justicia emita un fallo definitivo sobre la constitucionalidad o no de la Ley de Medios.
Ocurre que, mientras esto no ocurra, es probable que los plazos de desinversión tanto para Clarín como para los grupos que presentaron variantes de manera voluntaria no empiecen a correr y se demore todo el proceso de cesión, licitación y transferencia de licencias y frecuencias. Según las resoluciones del Afsca los plazos pueden extenderse hasta en 100 días hábiles, aunque si la causa judicial de Clarín sigue sin un fallo de fondo y definitivo por parte de la Corte Suprema ningún medio alcanzado por los límites de la nueva legislación cambien de propietarios en, por lo menos, dos a tres años.
En este sentido, Vila criticó a Clarín al sostener que el grupo no tiene escrúpulos nunca, siempre tiene objetivos comerciales. Si no logra este gobierno ponerle limites, va a ser un país muy difícil. Agregó que la batalla con el Gobierno ha entrado en un camino judicial que va a ser largo, no veo una resolución a corto plazo. Además, Vila se calificó como un rival de Clarín. No soy una víctima, soy un adversario sostuvo.
Hoy, frente a esta pésima ley, tenemos que cumplirla. Pero después de más de tres años las cosas no cambiaron nada, no hay mejores medios, mejores comunicadores, ni que haya más voces, no comparto el criterio, aseguró Vila en declaraciones al programa El Disparador que se emite diariamente por FM Delta.
Según su visión, la ley tiene un grave defecto que es que no aborda las telecomunicaciones, aborda los medios como si fueran un hecho aislado independientemente del fenómeno de telecomunicaciones.
Además, Vila admitió haber sufrido agresiones al concurrir a algunas audiencias públicas convocadas por la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) antes de que se sancionara la ley, en octubre de 2009.
Fui a dos audiencias públicas y no me cagaron a trompadas porque me fui. Me amenazaron, me señalaron, y lo único que hice es ir como un actor de los medios, a dar mi opinión, y obviamente no la pude dar, porque era un tema que estaba ideologizado. La ley salió como eso, como una elaboración de un grupo de catedráticos que no tenían ningún contacto ni conocimiento de los medios.
El Grupo UNO presentó su plan de desinversión voluntaria antes del 7 de diciembre pasado, día que la Afsca había establecido como límite para la recepción de estos proyectos y teniendo en cuenta la medida cautelar decretada por la Justicia que regía, y aún rige, para el Grupo Clarín.
Consultado por El Cronista, Daniel Vila ratificó las declaraciones a FM Delta. No es nada nuevo. Lo vengo diciendo desde 2009, aseguró.
Junto a su socio, José Luis manzano, propuso disolver el holding, distribuir varias licencias entre ellos, sus familiares y asociados, y vender otra parte de sus activos. Esta propuesta está en manos del organismo que orienta Martín Sabbatella, aunque no está claro cuál será el futuro tanto de los activos del Grupo UNO como los del resto de las empresas periodísticas que deben adecuar sus estructuras a la nueva Ley de Medios teniendo en cuenta que la medida cautelar que ampara a Clarín e impide la aplicación de la norma continúa vigente.
Ayer, el Gobierno anunció que recurrirá a la figura del per saltum para que la Corte Suprema de Justicia emita un fallo definitivo sobre la constitucionalidad o no de la Ley de Medios.
Ocurre que, mientras esto no ocurra, es probable que los plazos de desinversión tanto para Clarín como para los grupos que presentaron variantes de manera voluntaria no empiecen a correr y se demore todo el proceso de cesión, licitación y transferencia de licencias y frecuencias. Según las resoluciones del Afsca los plazos pueden extenderse hasta en 100 días hábiles, aunque si la causa judicial de Clarín sigue sin un fallo de fondo y definitivo por parte de la Corte Suprema ningún medio alcanzado por los límites de la nueva legislación cambien de propietarios en, por lo menos, dos a tres años.
En este sentido, Vila criticó a Clarín al sostener que el grupo no tiene escrúpulos nunca, siempre tiene objetivos comerciales. Si no logra este gobierno ponerle limites, va a ser un país muy difícil. Agregó que la batalla con el Gobierno ha entrado en un camino judicial que va a ser largo, no veo una resolución a corto plazo. Además, Vila se calificó como un rival de Clarín. No soy una víctima, soy un adversario sostuvo.
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