Los retos de los medios de comunicación ante la convergencia digital eran claros. Así lo intentamos reflejar con Marta hace unos días en un artículo donde trazábamos el camino a seguir hacia las nuevas redacciones digitales
. Avanzamos un paso y reservamos una especial mención para los
peregrinos que recorren ese largo sendero, los nuevos periodistas, que
sobreviven a esta época tan dura para la profesión, entre nubes y
claros.
Entre los puntos críticos que debe afrontar una redacción para
avanzar en la integración, el de contar con un equipo de redactores que
dominen el mundo multimedia y entiendan las reglas del juego de la
comunicación digital encabeza la lista. El periodismo online necesita
periodistas versátiles y transversales que interconectan con unos
contenidos y una tecnología más especializada. ¿Dónde están los límites del periodismo digital, en sus conexiones con el marketing de contenidos y los departamentos técnicos?
Lo cierto es que que en las nuevas redacciones aparecen nuevas tipologías de periodistas que tienen muchas nuevas herramientas para desarrollar su talento, experimentar con nuevas narrativas y filtrar lo valioso con el objetivo de ofrecer a sus lectores contenido de calidad de una manera atractiva. Es primordial, por tanto, conocer las competencias necesarias y la forma para encajar este tipo perfiles.
En el séptimo cuaderno de comunicación Evoca, Chiqui Esteban, fichaje estrella en ‘The Boston Globe’ tras su paso en ‘La Información’, destaca que en las nuevas redacciones están empezando a aflorar unos nuevos profesionales que “pueden llegar a ser piezas claves en el futuro a corto plazo de los medios de comunicación”.
Además de los perfiles más habituales en las nuevas redacciones digitales como los Responsables de Redes o los Analistas de Tráfico (especialistas en SEO), destaca 4 nuevos roles: Especialista en narrativas digitales; periodista multimedia; equipo de tabletas y móviles, y los periodistas de datos.
Precisamente para Gumersindo Lafuente, el periodismo de datos es una de las claves de futuro del periodismo. “Tenemos que dejar de un lado el periodismo de filtración y reivindicar el periodismo de investigación con datos. Solo así podremos recuperar la credibilidad del oficio y encontrar vías alternativas para mejorar su calidad”, afirmó en una sesión de ’10 en comunicació’.
Estrategia en redes sociales
Siguiendo la clasificación de nuevos roles de Esteban, La periodista Lina Maria Aguirre-Jaramillo, en la revista ‘Capçalera’ del Col·legi de Periodistes de Catalunya,
afirma que en el nuevo ecosistema de los medios de comunicación los dos
nuevos roles que destacan en muchos medios internacionales son el estratega de redes sociales y el reportero multimedia.
Además de estos dos perfiles destaca otros 9 cargos que están apareciendo recientemente en los medios, como el optimizador de titulares, el agregador de medios sociales, el periodista detective científico, el especialista en presentaciones digitales, el curador de contenidos, el periodista explicativo, los realizadores y controladores virales, el networker, y los expertos en reporterismo asistido.
Mezclar habilidades, combinar profesionales
Ante la pregunta de qué perfil debe tener el periodista actualmente para adaptarse a los nuevos entornos digitales, Lafuente destaca como cualidades imprescindibles el talento, la perseverancia, la obsesión por el rigor y tener la mente abierta “para comprender que tecnología, redes y audiencias no son enemigos, sino cómplices”.
José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, considera que antes los retos actuales del periodismo, los periodistas deben hacer un ‘back to basics’, es decir, volver a pensar la profesión a la luz de sus valores originales: “El periodismo consiste en buscar la verdad, servir a la gente, controlar al poder y representar la realidad”.
El colectivo de periodistas digitales BCN Media Lab lanzó con su fundación una ‘declaración de intenciones’ entre las que subrayaba la necesidad de “refundar el periodismo; deconstruir el periodismo para volverlo a construir, repensando las bases de éste, y recordar que la tecnología es un medio, no un fin en sí mismo”.
Tareas difíciles a primera vista, pero inexcusables. En el marco de las actuales redacciones periodísticas es necesaria la convivencia y el entendimiento entre aquellos que dominan la tecnología y los que denominan la profesión. La mezcla de valores es lo que va a posibilitar el equilibrio necesario entre el periodismo ‘en tiempo real’ y el reportaje en profundidad.
Hay que repensar la profesión desde las redacciones, ser autocríticos y no pretender evangelizar a golpe de byte, siendo incapaces de entender el auténtico legado del viejo periodismo, o canibalizando al nuevo.
El principal requisito entre los miembros de las redacciones, así pues, es el de tener ganas de aprender y experimentar, pero sobre todo estar abierto a los cambios. Así lo vaticinó el 22 de octubre de 2008, Arthur Sulzberger, presidente y editor de ‘The New York Times‘, en una conferencia en el marco del Webbyconnect en California: “La era del jardín cerrado ha acabado”, cuando afirmó que “los éxitos del futuro en Internet pasan por superar el pensamiento tradicional”.
Una vez superado ese primer paso, el periodista aprenderá a sacarle provecho a Internet, a saber mirar la tecnología con ojos periodísticos y a aprovechar los beneficios de la creación de una comunidad.
Añadiendo factores a lo anteriormente reseñado, no es baladí gestionar correctamente instrumentos como microbloggings, fuentes RSS, weblogs, gestores de imágenes, archivos compartidos, redes sociales y/o visualización de datos. Para ello es deseable contar con una amplia cultura visual, conocimientos de diseño, de programación, de edición y dominar el tratamiento de bases de datos y de nuevos dispositivos móviles, sin dejar nunca de lado el olfato periodístico.
Claves de la gestión de equipos
En las nuevas redacciones, la gestión de equipos se antoja como
fundamental, teniendo en cuenta que algunas características básicas son
de obligatorio cumplimiento:
- Compartir información. Habitualmente se ha considerado que un periodista se valora por su agenda de contactos. La competencia es sana pero el enemigo no se encuentra en la mesa de al lado ni es tu lector. Comparte y serás parte de un mayor proceso de transparencia.
- Trabajo en línea y construcción en paralelo. El periodismo no es una cadena de montaje. La producción y la creación exigen procesos compartidos y lugares comunes.
- Gestión dinámica de las agendas temáticas. La actualidad es muy caprichosa e impredecible. No obstante, el trabajo planificado y la estrategia a medio y largo plazo son más eficaces.
- Gestión dinámica de los horarios. En las redacciones clásicas, el cierre era un sagrado ritual, una catarsis y un remolino. El continuum 24/7 exige especializaciones y personal diverso y descentralizado.
- Formación mejorada. Debe ser exigencia de la empresa y de los propios profesionales el poder crear el clima propicio para el aprendizaje de nuevas disciplinas o fórmulas de trabajo. En tiempo de pocos incentivos monetarios, una moneda de cambio para mejorar la productividad y el clima redaccional debería ser la mejora profesional a través de cursos y talleres periodísticos.
Puede que las fórmulas no sean exactas en todos los casos. Quizás
debamos evitar los arquetipos de esta vieja pero necesaria profesión. Ni
podemos seguir siendo aquel tipo que en su casa cuenta que trabaja como
pianista en un cabaret, ni podemos pretender convertirnos en el
protagonista de ‘The Matrix’. Ni siquiera tenemos ya en nuestras manos
la elección entre la pastilla roja o la azul. No hay vuelta atrás, hacia
lo tradicional, lo confortable. No obstante, las cosas quizás cada vez
son más claras:
- El periodista digital no puede ser un hombre-orquesta. La precariedad en los medios no se puede traducir en el renacimiento del periodista multifunción y del pluriocupado. La versatilidad se debe complementar con la especialización y el aprendizaje de nuevos roles. Para ilustrar esta postura rescatamos un juego de palabras publicado por el periodista Ramón Salaverría en Twitter, cuyo mensaje compartimos al 100%.
- Se debe evitar el periodismo de ‘manada’, aquél que representa una jauría en busca de noticias por senderos concurridos.
- No seamos pollos sin cabeza. El tiempo real es exigente pero traicionero y absurdo. Picotear sin destino y sin contrastar fuentes es un camino directo hacia el matadero.
- Se debe producir un alineamiento entre universidad y empresa para desarrollar planes de estudio en los que las nuevas competencias digitales estén recogidas.
- Como recoge el nuevo manifesto del Tow Center for Digital Journalism en un análisis sobre el futuro de la industria de las noticias, se debe hacer un periodismo que trabaje “entre la multitud y el algoritmo”, y crear un ecosistema donde el periodista sirva “como un investigador, un traductor, un narrador de historias.” Aquellos que puedan desarrollar o ampliar estas habilidades no tienen de qué preocuparse.
El periodismo tiene mucho de emprendedor, de continuo aprendizaje y
de caminos fuera de las zonas de confort. Por este motivo, el espíritu
para los próximos debe ser lo más positivo posible, reivindicando el
oficio. Los medios y el público tanto ahora como antes siguen
necesitando buenas historias y apuestas inteligentes. El periodista
tiene un largo recorrido.
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