Periodistas y sindicatos creen que el nuevo dueño no debe modificar el estilo del diario.
"The Guardian"
En general se considera poco probable que Jeff Bezos, que está comprando el The Washington Post
por 250 millones de dólares, interfiera editorialmente, pero también
existe cierta ansiedad entre los periodistas del diario que no conocen
sus motivaciones a largo plazo. “Creo que Jeff Bezos e s exactamente la opción inventiva e innovadora necesaria para generar un nuevo compromiso con el gran periodismo”, dijo el legendario periodista del Post, Carl Bernstein, que contribuyó a definir el diario cuando fue uno de los reporteros del escándalo Watergate.
Pero el columnista Gene Weingarten publicó una carta abierta en el sitio del Post
en Internet exhortando a su nuevo propietario a respetar los límites
editoriales y resistir la tentación de interferir como lo han hecho
otras empresas propietarias de diarios. “Usted es obviamente un buen
empresario, y dicen que es un visionario.
Espero que tenga una visión clara respecto de dónde llevar esta empresa extraordinaria ”, dijo. El lunes, el anuncio de la venta tomó a Washington por sorpresa. Pocos estaban al tanto: el periodista que escribió la nota revelando la venta en el sitio Web del Post dijo que le hicieron jurar que mantendría el secreto desde que se lo dijeron el domingo. Donald Graham, el miembro de la familia más viejo en el directorio, dijo que fue una decisión difícil, pero que era inevitable para que el Post sobreviviera.
No todos en Washington consideran a los Graham como los custodios generosos de la independencia del diario que afirma el folclore del D.C. Damon Silvers, director de política del grupo que reúne a la central sindical AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales), señala que los dueños familiares pertenecen desde hace décadas al establishment de Washington, lo cual conlleva una forma de sesgo político propio. “No sé si ha cambiado algo significativo en términos de ideología”, dice. “Los Graham usaron el diario como un instrumento para traficar influencias también, y en eso el objetivo principal era el poder judicial”.
Los activistas sindicales también desconfían de los antecedentes llenos de altibajos de Amazon en materia de relaciones laborales. Sostienen que adoptó una posición agresiva en contra de los intentos de organizar a los trabajadores en sus grandes centros de distribución. El Washington-Baltimore Newspaper Guild, un gremio que representa a muchos de los integrantes del personal no directivo del Post, emitió un comunicado poco comprometido instando a Bezos a concluir las negociaciones salariales en curso.
En otras partes, el poder creciente de Amazon como eje no sólo del comercio de libros sino también de gran parte de los sectores minoristas y de la informática de la nube, ha generado temores de que Bezos esté consolidando una dominación comercial que será difícil de contrarrestar. “ Una de las dudas que esto plantea es si estamos volviendo al viejo modelo de gente que tiene diarios principalmente por la influencia ”, dijo Kathy Kiely de la Sunlight Foundation. “El negocio de los diarios se volvió brevemente atractivo para quienes querían invertir con el fin de ganar dinero, pero los cambios que trajo la tecnología nos están haciendo volver a un punto en que los magnates y los barones de la era post-industrial están comprando diarios porque son símbolos de estatus”, agregó.
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