Por Alejandro Alfie, en "Clarín"
Empleados de la TV Pública protestan contra la tercerización de programas, en niveles que violan la legislación.
A contramano de lo que establece el artículo 123 de la ley de
medios audiovisuales, que impone un mínimo del “60% de producción
propia”, Canal 7 tiene cada vez más producciones privadas, que superan el límite establecido en la normativa vigente. Eso provocó, esta semana, que los gremios de la TV Pública se movilizaran contra la tercerización de la mayoría de los programas que emite el canal.
Los casos más destacados son el programa 6-7-8 , los partidos del Fútbol Para Todos
y la novela de Andrea del Boca, que manejan cifras millonarias. Pero
los gremios del canal también señalaron casos menos conocidos, como las
tiras diarias de los programas Cocineros Argentinos , Vivo en Argentina , Una Tarde Cualquiera y En Terapia , entre otros, que llevaron a que más de la mitad de la programación la realicen productoras privadas, muchas vinculadas a la Casa Rosada.
Por ejemplo, el contrato con la productora de Diego Gvirtz, Pensado Para Televisión (PPT), que realiza el programa hiperkirchnerista 6-7-8
, establece que además de pagarle este año $ 25 millones por la
producción periodística y de contenidos, también le corresponde la mitad
del dinero que ingrese de los avisos publicitarios. Como el programa se
repite a la 1.30 de la madrugada, habría que contabilizarlo con tres
horas diarias.
La productora de Gvirtz sumó este año el programa Fútbol Permitido , que emite la TV Pública los domingos, después de 6-7-8 .
Los partidos del Fútbol Para Todos se repartieron entre tres productoras que cobran más de $ 100 millones. Para producir contenidos y procesar información, está La Corte,
de los hermanos Monzoncillo -vinculados al ex vocero presidencial de
Néstor Kirchner, Miguel Núñez-, que también transmiten los actos
oficiales desde Casa Rosada. Los móviles los realiza la empresa VTS. Y de los relatos y comentarios se encarga Farolito International Entertainment.
La novela Esa Mujer tiene un presupuesto aprobado de $ 35 millones, que le pagarán a la productora A+A, de Andrea del Boca, la Universidad Nacional de San Martín y Radio y Televisión Argentina (RTA, el organismo que maneja Canal 7 y Radio Nacional).
Ante esta situación, se generó una reacción inédita esta semana:más de 150 periodistas y empleados se manifestaron dentro de Canal 7,
del lunes al miércoles, al mediodía, haciendo sonar bombos y
redoblantes durante una hora cada día, con cánticos hostiles a Tristán
Bauer, presidente de RTA. En la puerta de su oficina le cantaban “oh le le, oh la la, esto no es Encuentro, queremos trabajar”. Lo decían porque Bauer es el creador de Encuentro, el canal del Ministerio de Educación, cuyos programas son tercerizados y casi no tiene personal propio.
Ante la consulta de Clarín, las autoridades del canal no hicieron declaraciones.
La
convocatoria a estas protestas fue de la comisión gremial interna del
Sindicato Argentino de Televisión (SAT), que pedía “más calidad de
trabajo, más participación, más producción propia y menos
tercerización”. Y en los volantes que repartían decían que las protestas
eran para tener “un verdadero canal público, sin negociados, sin
tercerizaciones, con trabajo”.
El sitio web de Perfil
publicó que en una de las manifestaciones -la del martes- se vio al
periodista Juan Miceli, que acompañó las protestas junto a otros
conductores del noticiero del mediodía. Consultado por Clarín,
Miceli relativizó su participación y dijo que “era una convocatoria del
SAT, que acompañamos los periodistas en solidaridad con su reclamo”.
Gustavo Cusinato, director de la oposición en RTA,
comentó que la semana pasada tuvo una reunión con dirigentes de la
Asociación del Personal Jerarquizado (APJ) del canal, quienes
cuestionaron “las tercerizaciones y otras cuestiones”. Pero, mientras
estaban reunidos, el director de RTA vio cómo les prohibían a los empleados del noticiero hacer una asamblea en el lugar donde siempre la realizaban.
Esa actitud hostil de la conducción del canal, también se dio cuando este cronista fue anteayer a la TV Pública
a cubrir la protesta gremial por las tercerizaciones, pero cuando
estaba dentro fue echado de las instalaciones del canal por el jefe de
seguridad, quien dijo cumplir “órdenes de arriba”. La oportuna
intervención de un gerente del canal permitió que este cronista volviera
a ingresar a la emisora estatal, para poder cubrir periodísticamente la
protesta e informar sobre esta situación.
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